A través de un comunicado, CVG Venalum informó que el ministro de Industrias, Tareck El Aissami aprobó un punto de cuenta para iniciar la “adecuación tecnológica de las celdas de reducción electrolíticas de Complejo II”.
La “adecuación tecnológica” consiste en el desmontaje de 360 celdas P-19 de las líneas 3 y 4 en Venalum, para instalar 160 celdas V-350, una medida criticada tanto por trabajadores, como por técnicos y dirigentes sindicales, quienes han alertado que se desmantelará el complejo, para vender el aluminio de las estructuras y no está previsto realizar ninguna mejora.
Más económico es no destruir una infraestructura para colocar otra sobre ella (…) Si no ha habido recursos en Venezuela para cuestiones humanas ¿cómo es que va a haber recursos para instalar una línea de celdas de alto amperaje? Es un engaño a la opinión pública”. |
La estatal en el comunicado aseguró que se creó un Comité Técnico de Expertos, y que la adecuación significará menores gastos operativos y un menor impacto ambiental.
“Eso es una farsa, instalarán una y harán un acto político para tratar de engañar”, sostuvo el exdirectivo del sindicato de Venalum y trabajador de la compañía, Manuel Díaz. Agregó que hay otras alternativas, como hacer alianzas y arrancar nuevamente las celdas paradas.
Pérdida de puestos de trabajo
A finales de 2020 en CVG Alcasa desmontaron las celdas de las líneas 3 y 4 con el fin de instalar un laminador de Serlaca que está incompleto y con equipos averiados. El desmantelamiento de las celdas que eran el corazón de la planta, significó la pérdida de puestos de trabajo, algo que consideran se puede agravar con el desmontaje de las celdas en Venalum.
Díaz recriminó que se pretenda desmontar las celdas P-19 para vender el aluminio de la estructura como chatarra, así como hicieron en CVG Alcasa. “¿Dónde está el dinero de Alcasa? ¿Dónde se reinvirtió? Eso desapareció, a los trabajadores no se le dio”.
Además alertó que se está generando un problema social y laboral tanto al estado Bolívar como al país. “Van a dejar a más de 1.500 trabajadores cesantes, que van a quedar sin puesto de trabajo”, sostuvo.
Desde el apagón nacional en marzo de 2019 y la paralización total de las reductoras, empleados del sector aluminio fueron enviados a sus casas. Aunque posteriormente fueron incorporando trabajadores, un porcentaje importante del personal se mantiene desactivado.
Al no poder ingresar a la empresa y por los bajos salarios muchos se han dedicado a la venta de productos en mercados informales, a trabajar mecánica o a la minería al sur de Bolívar, donde abundan bandas armadas, corren peligro de ser tapiados o de contagiarse de paludismo.
“Maduro debe estar enterado, ahora… Maduro debería enterarse también de que de acuerdo con el artículo 25 de la Constitución, eso es un patrimonio del Estado (…) Están destruyendo un patrimonio del Estado venezolano”, dijo Díaz. Sostuvo que, aunque actualmente son gobierno, en algún momento pueden ser condenados por la destrucción de esas celdas.
Díaz estima que solo en la estructura de las celdas P-19 solo hay 8.100 toneladas de aluminio, que serán chatarreados en lugar de reactivarse y producir 160 mil toneladas al año. “Vinieron a quebrar esa planta y a dejar a muchos padres de familia en la calle”, lamentó.
Insostenible económicamente
El secretario de finanzas del Sindicato Único de Trabajadores Profesionales Universitarios de Venalum (Sutrapuval), Ángel Brito, recordó que a CVG Alcasa la desmantelaron y no han activado ni la extrusora, ni el laminador que prometieron instalar en el espacio que anteriormente ocupaban las celdas.
Señaló que dicha instalación a nivel técnico y económico es imposible debido a que se tiene que hacer una remodelación total de la infraestructura. “Hay que invertir una gran cantidad de dinero en modificar absolutamente todo (…) ¿Por qué destruir esas celdas que todavía pueden producir y no arrancar el proyecto sexta línea?”, cuestionó.
Van a dejar a más de 1.500 trabajadores cesantes, que van a quedar sin puesto de trabajo”. |
Para Brito, esta acción ejecutada por El Aissami y el presidente de la Corporación Venezolana de Guayana, Pedro Maldonado, demuestra que el desmantelamiento de las industrias es una política de Estado. “Se han dado la tarea de destruir no solo las empresas básicas, sino el país en general”, afirmó.
Venalum cuenta actualmente con 905 celdas, pero produce a menos de 10% de su capacidad luego del apagón en marzo de 2019. Una de las principales razones de la lenta recuperación es la falta de recursos e inversión para reactivar la compañía, lo que genera dudas sobre las capacidades para hacer el desarme y la nueva instalación de las celdas V-350.
El ingeniero metalúrgico y doctor en química inorgánica, Juan Guzmán, sostuvo que es más viable y razonable reactivar celdas, que hacer otra inversión para construir las celdas V-350.
“Más económico es no destruir una infraestructura para colocar otra sobre ella (…) Si no ha habido recursos en Venezuela para cuestiones humanas ¿cómo es que va a haber recursos para instalar una línea de celdas de alto amperaje? Es un engaño a la opinión pública”, dijo.