Tras la visita de parlamentarios mexicanos a las instalaciones de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro, los sidoristas se mantienen recelosos ante la posible llegada de nuevos inversionistas a la empresa o presunta privatización de la siderúrgica.
La visita la realizaron integrantes del Grupo Parlamentario de Amistad México-Venezuela, en compañía del gobernador del estado Bolívar, Ángel Marcano y el embajador de Venezuela en México, Francisco Arias Cárdenas.
Una venta a una compañía internacional no debería desmejorar las condiciones de trabajo. En el caso de Sidor, que está paralizada, podría ser todo lo contrario y que vuelva a ser productiva. En este caso, lo que estaría ocurriendo es una sustitución de patrono, ante esto se deben respetar todas las condiciones previas, incluyendo el contrato colectivo”, Jacqueline Richter |
La falta de información oficial ha provocado que los trabajadores se pregunten cuáles son los planes del Estado en relación con el destino de la estatal, ya que, durante el mes de mayo, la administración de Maduro anunció que se ofertaría en la bolsa de valores el 5% de las acciones de las empresas de Guayana.
Luego, el pasado 11 de agosto, en una alocución presidencial, el mandatario vociferó: “estoy a punto de conseguir una poderosa inversión extranjera para meterle billete a Sidor, tecnología, capacidad de gestión… para poner Sidor al 100%”.
La opacidad en el manejo de la información y las afirmaciones de Maduro, aunadas a las visitas técnicas que desde el 2019 han hecho grupos de iraníes, rusos, chinos y, ahora, mexicanos a la empresa, han contribuido a expandir el rumor de una posible privatización, lo que genera incertidumbre en los obreros ante la posibilidad de despidos o recorte de personal.
Especulaciones van y vienen
En medio de la suspicacia y el rumor, el movimiento Unidad en la Coincidencia, agrupación de trabajadores de la compañía, emitió un comunicado en el que especificó: “Ningún inversionista serio tiene capital para botarlo. Una decisión de inversión del calibre, dimensiones y complejidad de Sidor pasa por rigurosos y detallados estudios y análisis de orden operativo, técnico y económico, además de la disponibilidad de materias primas, insumos, servicios, mercados y competencias. La operatividad, automatización y rentabilidad es vital y cualquier interesado real en esta empresa exigirá estas garantías”.
Pese a que las industrias de Guayana no ofrecen cifras oficiales, según declaraciones de trabajadores y analistas, actualmente operan al 15% de su capacidad. A esto debe sumarse la crisis energética que empaña uno de los mayores atractivos del holding CVG: energía eléctrica a bajo costo y, a la lista de contras debe sumarse pasivos laborales y ambientales.
En el caso de Sidor la desinversión y falta de maquinaria ha devenido en lo que los trabajadores llaman “canibalismo”, término que usan para referirse al desmantelamiento de áreas improductivas para reparar equipos.
Según información entregada por trabajadores a Correo del Caroní, en el mes de junio de 2022, el 71% de las fallas productivas en la Planta de Pellas fueron causadas por problemas mecánicos debido a la imposibilidad de la estatal de invertir en repuestos, reparación de equipos y prevención.
Recorrimos las instalaciones de la CVG, junto a los Dip. Federales de México, para conocer el esfuerzo de la clase trabajadora, los proceso productivos y potencialidades de la industria. Estuvimos acompañados por autoridades de las Empresas Básicas de Guayana y del Edo. Bolivar. pic.twitter.com/WjzVFXp7eq
— Francisco Arias C (@PanchoArias2012) August 22, 2022
Según Unidad en la Coincidencia, los requerimientos de inversión se ubican en alrededor de 3 mil millones de dólares, suma estimada para inyectar capital e invertir en el mejoramiento de los equipos para mejorar la producción de la empresa.
“Por Sidor llevan años desfilando comisiones técnicas de varios países: Rusia, México, Turquía, Irán y a nada se ha llegado con ninguno de los antes nombrados. No son tan ingenuos como para dar un paso en falso a este vacío”.
Jean Franco, miembro y dirigente de Unidad en la Coincidencia, criticó la falta de información y manifestó que la situación es sumamente hermética, enfatizando en que los empleados tienen derecho a saber en qué condiciones se están dando las alianzas y negociaciones.
“No se involucra a los trabajadores porque temen que se hable sobre la realidad de lo que pasa dentro de la empresa, pasan a los visitantes solo por algunas partes. En la época de privatización de Sidor hubo muchos despidos, pero en aquel entonces se ofrecía una remuneración económica. En la actualidad, el gobierno no respeta los beneficios de los trabajadores”, adujo el empleado para explicar las causas del miedo y la suspicacia entre los obreros.
“Desde 2019 ha habido visitas técnicas, pero al ver la complejidad en el deterioro de la empresa, los negociantes hacen exigencias para invertir. Como no hay garantías importantes, no se concreta nada”, afirmó Franco.
Esta declaración hace referencia a las visitas que recibió la siderúrgica en 2019 por parte de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel Rusia-Venezuela, año cuando se firmaron acuerdos y proyectos de asesoría técnica por parte de Rusia para aumentar la productividad de la empresa, no obstante, según los trabajadores, no vieron mejorías.
Inamovilidad laboral y derechos del trabajador
Los obreros manifestaron que ante un escenario de crisis económica y baja producción, la balanza se inclina hacia recortes de personal y despidos, ya que la sobrepoblación de las empresas de Guayana ante la baja productividad, es un hecho que el Estado ya ha tratado de manejar creando la figura de “no requeridos” para sacar personal de planta.
El miedo ante posibles despidos impera en un escenario en el que jurídicamente hablando, estos no deberían ser factibles, ya que las políticas de Hugo Chávez incluyen la imposibilidad de despido, consecuencia de la promulgación de decretos de inamovilidad laboral que se han renovado desde el año 2000 hasta la actualidad.
No se involucra a los trabajadores porque temen que se hable sobre la realidad de lo que pasa dentro de la empresa, pasan a los visitantes solo por algunas partes. En la época de privatización de Sidor hubo muchos despidos, pero en aquel entonces se ofrecía una remuneración económica. En la actualidad, el gobierno no respeta los beneficios de los trabajadores”, Jean Franco |
La abogada, doctora en Sociología, magíster en Políticas Públicas y directora del Observatorio Venezolano de Libertad Sindical, Jacqueline Richter aclaró que, en la primera privatización de la empresa, sí hubo recortes de personal que fueron arreglados con remuneraciones económicas; no obstante, aseveró que una privatización no debería traducirse en desmejoras para los trabajadores.
“Una venta a una compañía internacional no debería desmejorar las condiciones de trabajo. En el caso de Sidor, que está paralizada, podría ser todo lo contrario y que vuelva a ser productiva. En este caso, lo que estaría ocurriendo es una sustitución de patrono, ante esto se deben respetar todas las condiciones previas, incluyendo el contrato colectivo. El empleador no debe modificar las condiciones laborales porque la legislación venezolana lo impide. El nuevo patrono debería ir con el sindicato y presentarse, discutir el contrato colectivo vigente. Para el sindicato podría ser la oportunidad de discutir y firmar un nuevo contrato colectivo”, explicó la especialista en leyes.
La paradoja de la estatización
La coordinación regional Justicia Obrera del partido Primero Justicia organizó una rueda de prensa que contó con la vocería del secretario regional de Justicia Obrera Fernando Serrano.
En la reunión, los líderes del partido manifestaron que el proceso de inversión o presunta privatización no se ha manejado con transparencia.
Serrano instó a los presentes a explicar a los trabajadores, a quienes convencieron de que la estatización era el camino, cómo es que ahora es mejor venderla.
Al respecto, el diputado del Consejo Legislativo del estado Bolívar y presidente regional de Primero Justicia, Rachid Yasbek, explicó que la primera privatización de Sidor tuvo lugar a través de una licitación abierta internacional, donde hubo participación de empresas de diversos países.
“En ese momento hubo participación de los sindicatos. La compraron por 2.400 millones de dólares. Hubo grandes beneficios para los trabajadores y planes de acción clara. Los índices de accidentabilidad eran mínimos, actualmente los accidentes laborales ni siquiera se reportan”, zanjó Yasbek.
El dirigente recordó que los grandes récords de producción se dieron de la mano de la administración privada, ya que había un estudio del proceso productivo y planes de acción para la compañía.
“El día que estatizaron a Sidor nosotros dijimos: acaban de paralizar el corazón de CVG. Para volver a producir esos cinco hornos eléctricos y recibir el mineral de hierro en esas vías férreas que están en mal estado: ¿qué hay que hacer? La primera privatización tuvo un plan claro para la inversión. Nuestra preocupación es quiénes son los que vienen, qué visión tienen, cuál es la intencionalidad”.
Yasbek aseveró que es necesaria la participación de grupos económicos, sindicatos y trabajadores. “Los guayaneses queremos producción, pero bajo qué esquema. ¿Por qué asesinar el aparato productivo regional para hoy vender en cuatro lochas? Queremos un proceso claro, transparente. ¿Por qué no es una licitación abierta? Si este grupo designado a dedo pretende dar 100 dólares por algo, cómo sé yo que no hay alguien dispuesto a dar 1.000. Hay que entrar al mercado.