La empresa petrolera española Repsol está buscando opciones que le permitan seguir trabajando en Venezuela, tras el anuncio realizado este 30 de marzo por el presidente Donald Trump, en el que informó a los socios de Pdvsa que sus permisos y exenciones para exportar crudo y derivados de Venezuela quedaban cancelados.
La información fue dada a conocer por el consejero delegado de la petrolera española Repsol, Josu Jon Imaz, este lunes al afirmar que Repsol tiene una “relación directa” con la administración estadounidense, con la que mantiene un “diálogo abierto y fluido”. En este sentido aseguró que analizarán la situación para ver si son “capaces de buscar mecanismos” para continuar operando en Venezuela.
En el Foro Wake Up, Spain!, Imaz señaló este lunes en Madrid que la presencia de la mayor petrolera española en Venezuela está ligada fundamentalmente al gas natural, y que sólo tienen una “pequeña producción de petróleo”.
De hecho, casi el 85% de su producción allí gira en torno al gas natural, que “además sostiene una parte del sistema eléctrico de todo el Occidente venezolano”.
Además de Repsol, las otras compañías que se verían afectadas por la decisión del gobierno de Donald Trump son la estadounidense Global Oil Terminals, la italiana Eni, la francesa Maurel & Prom y la india Reliance Industries.
Según la agencia Bloomberg, estas empresas deben terminar sus operaciones antes del 27 de mayo, mismo día en que la petrolera Chevron debe culminar sus contratos en Venezuela, tras una excepción de la administración Trump. Pero Global Oil Terminals, del magnate estadounidense Harry Sergeant III, debe poner fin a sus transacciones financieras con Pdvsa antes del 2 de abril y pagar cualquier deuda pendiente por las compras de asfalto.