Después que el apagón en marzo sacó de operación las 19 de las 905 celdas que quedaban en Venalum, hoy la producción en la empresa está en cero, cuando su capacidad instalada es de 430 mil toneladas de aluminio.
El secretario de finanzas del Sindicato Único de Trabajadores Profesionales Universitarios de Venalum (Sutrapuval), Ángel Brito, indicó que cada celda requiere de una inversión de 450 mil dólares para reactivarla.
“Para poder reincorporar una celda, tiene un costo entre revestimiento, materia prima y mano de obra de 450 mil dólares cada una, estamos hablando de más de 400 millones de dólares para incorporar las 905 celdas en Venalum. El deterioro de la revolución fue tal que tenemos deterioradas todas las áreas medulares para producir el aluminio, la planta de carbón, el área de reducción, el área de colada, y sumado a ese deterioro más la reincorporación de celdas, se necesitan más de mil millones de dólares para recuperar Venalum”, detalló.
El presidente de Venalum, Pedro Tellechea, prometió para julio tener 300 celdas activas, y para 2020 la compañía estaría 100% productiva. A la fecha siguen sin producir.
“Hoy, con una capacidad instalada de 430 mil toneladas, la producción en Venalum se encuentra totalmente en cero. Las líneas complejo I y II, con tecnología americana instaladas en 1978, en su creación producían 1.1 toneladas diarias. Con tecnología venezolana llevaron esa producción a 1.2 toneladas y creamos la quinta línea con tecnología noruega e incluimos cinco celdas con tecnología venezolana”, destacó Fernando Serrano, dirigente sindical de Venalum.
La recuperación, tanto de Venalum como de Alcasa, pasa también por recuperar eel Sistema Eléctrico Nacional y la operatividad en la represa Guri, ya que la base principal de la producción en las empresas es la energía eléctrica.
Serrano recordó que con la producción de Venalum y Alcasa, de 650 mil toneladas, Venezuela ocupó en 2004 el lugar número 11 en producción de aluminio en el mundo. “Hoy ni siquiera aparece en internet como productora de aluminio”.
Dirigentes cuestionaron a su vez la instalación de los llamados comandos productivos de trabajadores (CPT). Serrano los calificó como “comando de payasos tarifados del régimen que vienen a raspar la olla de lo que pueda quedar en las empresas”.