@mlclisanchez
Prejubilados de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) denunciaron que no reciben las bolsas de alimentación desde hace más de un año.
Este 29 de octubre la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) entregó bolsas de alimentos a jubilados, incapacitados y sobrevivientes de Sidor en la sede del Comisare de CVG Ferrominera, en Puerto Ordaz.
Al llamado también acudieron más de 10 pre jubilados de la siderúrgica provenientes de 25 de marzo, Vista al Sol, vía El Pao, Agua blanca, Pozo Verde y otros sectores lejanos. Aunque tienen más de un año solicitando la restitución del beneficio, este jueves tampoco fueron atendidos.
“Veníamos para ver si nos entregaban el beneficio, pero fue imposible, nos dijeron que no, que no nos tocaba. Nos dicen que tenemos que esperar, pero, ¿esperar hasta cuándo?”, manifestó Héctor Villasana, quien trabajó en Sidor por 38 años, en la acería de planchones.
Villasana reconoce que la bolsa de alimentos que entrega la empresa puede durar solo 15 días y que, es probable que no resuelva la inseguridad alimentaria de los empleados, pero sostiene que es un derecho de los trabajadores que tiene que ser reconocido y, además, es un paliativo.
“Dimos más de media vida en Sidor, pasamos más de 35 años de servicio cada uno, no es posible esto, esto no es un regalo, esto nos lo ganamos nosotros. No encontramos a quién acudir”, insistió.
Para llegar al portón del Comisare de CVG Ferrominera, Francisco García debe pagar tres pasajes para ir, y tres para regresar a su casa en Vista al Sol. Cuando llegó para preguntar por la bolsa de comida la respuesta fue la misma: todavía no es tu turno.
El hombre de 62 años tiene 43 años de servicio en Sidor, informó que al menos 500 prejubilados están en la misma condición: sin beneficio de bolsa de alimentación.
“Menos mal que tengo una parcela en la vía El Pao, por Los Caratales, con eso me ayudo”, expresó.
Todos los entrevistados coincidieron en un punto: como paliativo a la inseguridad alimentaria echaron mano de la siembra en los patios de sus casas, o en terrenos que antes no habían utilizado
“Yo tuve que buscar el campo, el monte, para ayudar a mi familia. Estoy metido por la vía de El Retumbo”, agregó Villasana. El sidorista tiene 10 hectáreas de terreno donde siembra lechosa, frijol y auyama.
A su compañero, Guillermo Núñez, lo bajaron de la grúa en la que trabajó por 39 años en 2015. En todo el tiempo que tiene como prejubilado -cinco años-, solo ha recibido el beneficio de alimentación unas tres veces, también asegura que no tiene salario fijo quincenal.
Este jueves él también llegó al Comisare de Ferrominera desde la vía El Pao, lamentó que en vano gastó el efectivo en pasaje. Cuando la pensión y el sueldo no alcanzan para vivir, y cuando se suprimen cada vez más otros derechos laborales, no hay otra opción que acudir a otras formas de subsistencia para personas de la tercera edad. “Por ahora -cuando hay gasolina- hago carreras esporádicamente, con eso es que me defiendo”, dijo el hombre de 70 años.
Así como los empleados, los jubilados y prejubilados de Sidor han perdido beneficios de forma progresiva, en medio de la debacle del emporio industrial de Guayana. La caja de alimentación es una medida compensatoria por la anulación de las convenciones colectivas, contemplada en el decreto de emergencia económica del 2018, beneficio que tampoco están recibiendo de forma continua.