El pasaje se come el sueldo. Trabajadores venezolanos se debaten entre trasladarse en “camionetica”, metro (donde hay) o a pie para ahorrar lo más posible y cubrir otros gastos fundamentales del hogar. Mientras el sueldo mínimo es de 130 bolívares, equivalentes a unos 5,73 dólares (tasa del BCV al 3 de febrero), una persona necesita gastar más al mes, solo en el ir y venir de su casa al trabajo.
Dirigentes gremiales del sector transporte y asociaciones de usuarios han advertido en los últimos años que así como es importante que el Ejecutivo se establezca un costo del pasaje “real”, que permita a transportistas cubrir su mantenimiento y estructura de costos, es imprescindible que los trabajadores obtengan un bono de traslado que sirva de amortiguador del gasto mes.
La desproporción en la relación ingreso-gastos del pasaje y el ingreso mensual es un hecho generalizado. Usuarios de la región central, norte, sur y occidente reportan que se ven obligados a ingeniárselas para buscar ingresos extras porque hasta 90% del sueldo se le va en pasaje.
15% de la masa laboral es la más afectada en el tema del pasaje y justamente es la que depende de la administración pública, señala a TalCual Fernando Mora, director ejecutivo de la Cámara Venezolana de Empresas de Transporte Extraurbano.
El dirigente gremial agrega, basándose en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que 60% de la población depende de la economía informal y “ese sector está dolarizado, venden, compran y ganan en dólares”, mientras que 25% pertenece a los privados que, “le tienen que pagar en dólares o al cambio a los empleados o no les irá a trabajar nadie”.
Mora recuerda que el sector transporte lleva años proponiéndole al Gobierno que otorgue un bono a los trabajadores públicos, pero esto no ha sido tomado en cuenta. Cuestiona que la gente y los medios de comunicación enfoquen el tema del pasaje “contra los transportistas”, cuando más bien “lejos de subir la tarifa, a nosotros nos la han desmejorado”. Enfatiza en que el problema real radica en los bajos salarios y la negativa del Estado a mejorarlo.
Trabajadores de Caracas, Guatire y Vargas
Marcos Zambrano es de Caricuao, al oeste de Caracas, trabaja como commuty manager en Altamira, municipio Chacao del estado Miranda, a unos 26 kilómetros de su casa. Desde hace al menos seis meses dejó de ir a su oficina todos los días debido a que gasta unos 33 dólares solo en pasaje, lo que representa poco más de 20% de su ingreso mensual, unos 120 dólares.
Los 33 dólares que gastaría Zambrano en caso de ir a diario a su oficina se quedan cortos frente a los 80 dólares que gasta Pablo Cerrano, médico de la Cruz Roja Venezolana que trabaja en Caracas y vive en Guatire, estado Miranda. El galeno dijo a TalCual que si corre con suerte podría en un mes gastar 60 dólares, pero esto depende de cuán temprano termine su jornada y del ánimo de los conductores.
Serrano explica que su sueldo base es 80 dólares al mes por lo que debe hacer guardias adicionales para poder costear los gastos personales y los de su familia, que la integran unas cuatro personas.
En Caracas, una alternativa para trasladarse es por medio del sistema metro de Caracas, sin embargo para muchos usuarios no es una opción debido a baja calidad del servicio: malos olores, retrasos y falta de aire acondicionado.
Las personas que viven en el estado La Guaira (antes Vargas) viven una situación similar a la de Serrano. El pasaje mínimo desde el litoral central a la capital cuesta 1 dólar, a medida que anochece el costo se eleva hasta los 2 o 3 dólares. Un trabajador al mes podría gastar entre 60 y 80 dólares.
Sin plata para el pasaje
Hay docentes en el estado Bolívar que a veces no asisten a clases por falta del dinero para costear el pasaje, relata Mariela González, directora de un colegio ubicado en la parroquia Vista al Sol, en San Félix.
Menciona que en su escuela aplican estrategias con los representantes para recoger fondos y apoyar a los maestros con el pago del transporte público, pues algunos deben pagar 20 bolívares diarios para trasladarse a su puesto laboral, lo que equivale a 0,89 dólares.
González vive en la misma parroquia donde queda el plantel educativo en el que trabaja, toma dos autobuses diarios para llegar, uno de ida y otro de regreso, por lo que gasta 0,22 dólares en cada pasaje lo que suman 0,44 dólares diarios. Asiste a su trabajo cinco días a la semana lo que la obliga a destinar 2,2 dólares semanalmente y 8,8 dólares mensuales.
Su ingreso al mes es de 35,76 dólares, el gasto en transporte público representa 24,60% de su sueldo.
En la misma entidad, pero en Villa Africana, municipio Caroní, vive Mariana Di Fronzo. Se desempeña como panadera en el Centro Comercial Costa Granada ubicado en la parroquia Cachamay.
Comenta a Correo del Caroní que desde su lugar de residencia no puede tomar una unidad de transporte público directo, así que toma uno que la traslada a la zona de Alta Vista, y allí toma un bus o “pistero” (una versión del anterior carro por puesto, que sale de un punto específico una vez se llena) hasta su lugar de trabajo. Es decir, aproximadamente 7.3 kilómetros de distancia.
Di Fronzo se tiene que trasladar en dos unidades para llegar a su sitio de trabajo (dos de ida y dos de vuelta) a un costo de 0,29 dólares en cada pasaje, lo que suman 1,16 dólares diarios. Asiste a su trabajo seis días a la semana, por lo que gasta 6,9 dólares semanalmente y por lo tanto 27,8 dólares mensuales. Actualmente sus ingresos son equivalentes a 120 dólares, de modo que su gasto en transporte público representa 23,24% de su salario.
Comenta que los precios varían dependiendo del método de pago, a su lugar de trabajo solo llega con los llamados “pisteros”, cuyo precio es más económico si se paga en efectivo, es decir, 6 bolívares, pero si se paga con pago móvil la tarifa aumenta a 7, 8 o hasta 10 bolívares.
El sueldo no llega para todas las clases
Antonio Sánchez es docente universitario, vive en El Junco Táriba, municipio Cárdenas del estado Táchira y trabaja en el sector Pueblo Nuevo, municipio San Cristóbal, a unos 28 kilómetros de distancia. Cuenta a La Nación que para trasladarse aborda dos autobuses, el primero (Línea San José) tiene un costo de 3.500 pesos colombianos, luego la ruta Intercomunal cuyo pasaje cuesta 2.500 pesos colombianos para un total de 6 mil pesos.
Diariamente son cuatro unidades en las que se traslada, por lo que gasta unos 12 mil pesos colombianos diarios. Trabaja tres días a la semana, por lo su gasto semana ronda los 36 mil pesos semanales solo en pasajes, al mes serían 144 mil pesos aproximadamente. Como docente devenga un sueldo no mayor a 550 bolívares que equivalen, al cambio del 2 de febrero, a unos 150 mil pesos mensuales.
Desde inicios de año el sector educación se mantiene en protesta para exigir mejoras salariales. En 2022 también estuvieron en manifestaciones para exigir al gobierno de Maduro reivindicaciones laborales. Denuncian que el sueldo no les alcanza para cubrir la canasta básica que de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación de Maestros (Cendas-FVM), para el mes de diciembre se ubicó 485,06 dólares.
Vivir cerca del trabajo no te garantiza estar exento de las peripecias por el pasaje. Así lo declara Dalsy Parra, también habitante del Táchira. Parra vive en el barrio Rómulo Gallegos, parroquia La Concordia, municipio San Cristóbal y trabaja en la avenida 19 de Abril de la misma jurisdicción, a unos 3.6 kilómetros de distancia.
Parra detalla que para ir a trabajar toma dos unidades, una desde su casa hasta la prolongación de la Quinta avenida, cerca de la terminal de pasajeros de La Concordia, hasta su lugar de trabajo. Para retornar a su hogar solo utiliza una unidad de transporte porque, para ahorrar dinero, camina un tramo. Son tres pasajes diarios y cada uno cuesta 2.500 pesos colombianos, es decir 7.500.
Como va a su trabajo cinco días a la semana, gasta semanalmente 37.500 pesos semanales, es decir 150 mil al mes. Gana 153.600 pesos de forma mensual, es decir 800 bolívares.
22% del sueldo se va en pasaje
Fácilmente el equivalente a 40 dólares se van en pasaje cada mes, describe a El Impulso Susana Meléndez, quien trabaja en el centro de Barquisimeto, municipio Iribarren del estado Lara, a unos 14 kilómetros de distancia de su casa.
Explica que toma dos autobuses para llegar a su sitio de trabajo (dos de ida y dos de vuelta) y que en cada uno el pasaje le cuesta 0,5 dólares. En total gasta a diario 2 dólares. Va a su lugar de trabajo cinco días a la semana por lo que al mes invierte 40 dólares de los 180 dólares de su sueldo en pasaje.
Por su parte Carmen Blanco, quien vive a dos kilómetros de su trabajo. Gana unos 80 dólares al mes y gasta unos 16 dólares en pasaje, el equivalente a poco más de 20% de su ingreso.
El 26 de diciembre del 2022 el Ministerio de Transporte ajustó el pasaje en rutas urbanas y suburbanas a un mínimo de 4 y máximo de 5 bolívares. Transportistas dijeron a TalCual para el trabajo Alza del dólar se come ingresos de transportistas: ni el mantenimiento pueden cubrir que el incremento del precio de la divisa norteamericana (oficial y paralelo) que se ha registrado en las últimas semanas les ha complicado el poder cubrir la estructura de costos para su mantenimiento, incluso ha dejado cada vez más mermado el ingreso que deberían percibir diariamente para sus gastos familiares. Aseveraron que el pasaje debería indexarse al precio del dólar.
Fernando Mora, también miembro del Comando Intergremial de Transporte, asegura que “fijen (el Gobierno) el pasaje a cómo lo fijen el bolívar no aguanta la devaluación”. Detalla que la tarifa aprobada en diciembre no vale lo mismo porque 90% de los insumos que necesita el sector está dolarizado. “Hemos exigido que esa tarifa se fije en dólares para que, si el bolívar se devalúa, la gente entienda que no es que el pasaje subió”.
“Ahorita en las discusiones que hay en margarita los sindicatos exigimos mejoras en la calidad del salario para que haya una tarifa real que satisfaga al sector, pero que también pueda ser pagada por los trabajadores sin descompletar su salario”, añade.