Los talleres y ventas de repuestos en Guayana aseguran que han bajado sus ventas de productos entre un 40 y 50 por ciento, de lo que se hacía en 2023, limitándose a solo realizar servicios de mantenimientos básicos como el cambio de tren delantero, cambios de aceites y con suerte de filtros, necesarios ante la mala calidad de la gasolina que se surte en Venezuela.
Los dueños de talleres mecánicos y venta de repuestos comentan que hacer mejoras a las unidades con precios dolarizados es un reto en una ciudad cuyo salario mínimo mensual ronda entre 6 y 7 dólares al cambio oficial, aunado a que la merma en las empresas básicas ha reducido la oportunidad de continuar prestándole el servicio a los vehículos oficiales.
Se hace un lugar común que muchos ciudadanos lamentan el hecho que no es fácil cumplir con el cambio periódico de los cuatros cauchos, mantenimiento al aire acondicionado y cuando era requerido hasta el cambio de motor, situación que ha conllevado a que se limiten solo a repararlo en el mejor de los casos, toda vez que hacer el inventario de fallas se ha convertido en una larga y costosa lista que oscila en el mejor de los casos como mínimo 500 dólares.
Entre las reparaciones más cotizadas, según los talleres consultados, están las entonaciones mayores, frenos y los repuestos con más frecuencia en ventas, son los llamados clase A, B, C hechos en China y los que se compran puerta a puerta que fomenta la economía informal.
El servicio de cambio de aceite del motor para un vehículo de cilindrada moderada ronda los 45 dólares, sustituir bujías a una camioneta se puede conseguir a partir de 120 dólares, mientras que la entonación varía desde 150 en adelante, según las consultas realizadas.
Ante esta situación el guayanés que lo requiera comienza una danza de precios en varios lugares, regatear y exponerse a que le cumplan a riesgo propio, en caso de caer en las manos de algún mecánico con actitudes de viveza criolla.
Al conversar con algunos clientes que esperaban por su vehículo comentaban que “el ingreso actual no permite hacer grandes reparaciones” y es que justamente en esos momentos surgen nuevas complicaciones o requerimientos.
Alegan que, a consecuencia de la crisis nacional, el alto costo de la vida, salarios pírricos, el control oficial de divisas también hacen cuesta arriba la oportunidad de importar piezas y partes, ya que se hace impagable cumplir con muchas refacciones. Eso se ha visto reflejado en el cierre de negocios del ramo a consecuencia del desplome de la demanda.
Desde el año pasado los propietarios de talleres aseguran que están en servicio mínimo puesto que cuando en otrora se podían atender entre 20 y 40 carros diarios hoy con suerte se brinda la atención pocos días a la semana, evidenciándose la caída en el sector automotriz.
Mayor demanda
El portal oficial de la Cámara Nacional de Talleres, Canatame indica que, a consecuencia de no contar con una producción nacional de vehículos, solo ingresan importados, prolifera un mercado paralelo de compra y venta de unidades usadas no a precios competitivos, pero si más bajos que los 0 kilómetros.
Gino Fileri, presidente de la Cámara Nacional de Talleres Mecánicos, señala que “el país cuenta con un parque automotor que tiene más de 20 años, por ende, necesitan con mayor frecuencia, cambios de concha de bielas, concha de bancadas, pistones, anillos, rectificación total, y en algunos casos cadena de tiempos”.
Para paliar la situación recomienda la búsqueda de talleres formales que den al cliente garantía del servicio, usar aceites de buena calidad cuyo costo se ubica entre 80 y 120 dólares, hacer los frenos dos veces al año como mínimo.
Gasolina de mala calidad
Entre las situaciones que padece el propietario de un vehículo también está la gasolina, por su mala calidad lo que ocasiona que se obstruyan los inyectores.
Un bombero de una estación de servicio, que prefirió mantener su nombre en resguardo, explicó que el tema podría ser que el combustible está siendo mezclado con metanol para alcanzar lo más cerca al octanaje, esto ha hecho que se genere reiteradamente la necesidad de realizar una limpieza de inyectores a los vehículos.