El 31 de agosto, los presos del ala militar de la cárcel La Pica, en Monagas, sintonizaron en el televisor de la celda la rueda de prensa de Jorge Rodríguez cuando dio a conocer la lista de los 110 indultados por Nicolás Maduro. Oír el nombre del secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera (Sintraferrominera), Rubén González, no solo fue motivo de alegría para él, sino incluso para sus compañeros de celda.
“Me entero porque allá (cárcel La Pica) teníamos un televisor y los muchachos pusieron la rueda de prensa de Jorge Rodríguez, y menciona los indultos presidenciales. Cuando me nombraron a mí, bueno, esos muchachos hicieron fiesta. ¡Oye, Rubén, te nombraron! ¡Oye viejo, te nombraron!”, le dijeron quienes durante estos meses 21 meses fueron sus compañeros de cárcel, un grupo de ellos también presos políticos.
“Yo dije: bueno, voy a esperar a ver qué pasa. Y ayer (1 de septiembre) a eso de las 10:00 de la noche fue que me dieron un certificado de la liberación, después me dijeron que me darán la boleta de excarcelación. Pasé esos 21 meses allí (cárcel La Pica), que nunca debí pasar alejado de mi familia”, relató González desde su hogar, acompañado por la mayoría de su familia.
“Estoy agradecido de Dios, a mi familia por el apoyo, la dirigencia sindical de Guayana, de Venezuela y el mundo. Organizaciones como Provea, Amnistía Internacional y todas esas ONG que alzaron la voz para que se hiciera justicia en el caso de Rubén González. Estoy agradecido de mucha gente”, agregó.
Fueron 21 meses preso ilegítimamente y acusado por delitos militares, lo cual le valió una condena de 5 años y 9 meses de prisión en la cárcel La Pica, en Monagas, por los supuestos delitos de ultraje al centinela y ultraje a las fuerzas armadas.
“Lo único que hice fue defender los intereses de los trabajadores para que se les respetara sus convenciones colectivas, su tabulador, todo lo concerniente a lo determinado en los contratos. Lo hice porque ese es mi trabajo, le dije a los trabajadores que contaran conmigo, que yo sería su dirigente para defender sus intereses”.
De vuelta al ruedo
González aseveró que continuará la lucha sindical en Guayana, por la simple razón de que no ha habido cambios positivos con ninguno de los reclamos laborales desde que lo encarcelaron en noviembre de 2018.
“Nunca debí estar preso en la cárcel La Pica porque yo no cometí ningún tipo de delito que me llevó hasta allá. ¿Con esto quiere decir que me van a decir que haga lo que alguien quiere que haga? No, yo voy a seguir haciendo lo que me corresponde hacer. Lo que acontece en todo el Estado venezolano es una situación deprimente para los trabajadores. La lucha de Rubén González es la misma, porque no ha habido cambio. Fuimos elegidos para defender los beneficios e intereses de los trabajadores. ¿Se resolvió el problema de los salarios? No. ¿Se resolvió el problema de las convenciones colectivas? ¿Se resolvió el problema de los tabuladores?, ¿las hoja de cálculo? No”.
Rubén González pidió por la libertad de Rodney Álvarez, Abdul Hurtado y militares presos | Fotos William Urdaneta |
Insistió en que la exigencia al Ejecutivo nacional es rectificar y cumplir lo que establece la Constitución y la Ley Orgánica del Trabajo.
También pidió por la libertad de Abdul Hurtado, miembro de Sintraferrominera, y quien permanece bajo arresto domiciliario; así como para el también ferrominero Rodney Álvarez, quien tiene nueve años preso acusado del homicidio del dirigente de la juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Renny Rojas, en 2011.
Precisamente, el día de la detención de González, este regresaba de una marcha en Caracas. Fueron a Fiscalía y Defensoría a entregar una exposición de motivos sobre las vulneraciones contra los trabajadores. Ese día también estuvo en la audiencia de Rodney Álvarez. En tribunales presentó su cédula de identidad y el sistema no indicó ninguna orden de captura. En una alcabala en Anaco, estado Anzoátegui, lo arrestaron.
El argumento fue lo ocurrido el 22 de agosto en el portón de Ferrominera Orinoco, en Ciudad Piar.
“Ese día que estuve en Ciudad Piar fui al portón en Cerro Bolívar, estaba militarizado. Me arrodillaron y la Guardia Nacional me agredió, salí de allí y me montaron dos personas en la camioneta. Cuando iba llegando a la casa, les dije: bájense porque esto es una propiedad privada. No se bajaron, entraron a mi casa sin orden de allanamiento. Me fui y ¿qué hicieron? Rompieron las paredes, se metieron, golpearon a mi nuera, le dieron tantos golpes que después de dos meses nacieron y mis dos nietecitos murieron. El médico dijo que los niños sufrieron un trauma, el trauma fue que golpearon a mi nuera que estaba embarazada. A mi sobrina le cayeron a golpes y la tiraron al piso, a mi hermano le dieron con una cacha de revólver y le partieron la cabeza”, recordó ese día.
Elecciones
Los indultos de Maduro trajeron duda sobre si se trata de una estrategia para legitimar las parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre, y que los indultados participen en ella.
Al respecto, González respondió: “Cuando llegué me hablaron mucho de eso, de que vienen estas elecciones, que se está preparando para el 6 de diciembre. Si les puedo decir que estoy claro en esa situación, no lo estoy, porque uno no sabe qué es lo que está pasando allí, unas elecciones que sencillamente uno no las entiende, no porque uno no quiera, sino porque uno ve situaciones que uno no comparte”.
“Hasta el momento no estoy presto a participar. Estoy solamente observando qué es lo que está pasando. No puedo decir si voy a participar o no, pero lo que estoy viendo no es lo que realmente debe funcionar, la Constitución es muy clara”, agregó.
Rubén González aprovechó para dirigirse al ministro de Defensa Vladimir Padrino López, y abogar por militares presos con quien compartió celda.
“Estuve en la cárcel La Pica, en el ala de los privados de libertad militares. Si se hace un poquito de justicia, el 90% de los detenidos salen libre. Vladimir, esa es tu gente, son tus militares, son gente que se entrenaron. Algunos pudieron cometer algún error, pero donde yo estaba, más de 90% no cometió esos errores que les imputaron, prácticamente están allí por una orden militar. Te pido de buena fe que hagas una revisión de toda tu gente que está privada de libertad en Ramo Verde, en Santa Ana y La Pica, para que hagas justicia con muchos padres de familia”.
Hoy Rubén González sostiene haber perdonado a quienes lo llevaron a la cárcel, y agradece poder estar con quien ha sido su esposa por 43 años, sus cuatro hijos y 13 nietos.
“Anoche una nietica (3 años) me dijo: abuelo, te estaba esperando porque quiero bailar el vals contigo, y me puse este traje para bailar. ¿Eso no es lindo? Soy un hombre de familia”.
Rubén González llegó la madrugada de este 2 septiembre a su casa en Puerto Ordaz, tras 21 meses preso