@mlclisanchez
Van dos meses de cuarentena en Venezuela por la pandemia de la COVID-19. El 12 de mayo Nicolás Maduro anunció su extensión por 30 días prorrogables, y el sector comercial no avizora una flexibilización de las actividades.
La paralización comercial provocada por la pandemia del nuevo coronavirus se traduce directamente en la disminución del impuesto a las actividades económicas, tributo que tiene mayor peso dentro de los ingresos fiscales de los municipios. “Si no hay ventas en el sector formal de la economía, la base imponible de este tributo tiende a cero”, explicó el experto tributario Camilo London.
Los impuestos son necesarios para que las municipalidades cubran los gastos que implican la prestación de servicios como el aseo urbano, el agua, la electricidad, transporte público y demás actividades inherentes al accionar de las alcaldías. Pero estas actividades pueden verse comprometidas por falta de presupuesto.
Por regla general, las municipalidades perciben ingresos de dos formas: por ingresos tributarios y por situado constitucional, esto último es la asignación de recursos del gobierno central hacia las alcaldías de los municipios.
La extensión de la cuarentena tiene dos escenarios posibles para las alcaldías según interpreta London: que el gobierno central acelere la asignación de recursos a las municipalidades para amortiguar el déficit de ingresos por la paralización comercial, y el que se busque incrementar la carga tributaria al sector comercial paralizado.
La tardía asignación de recurso desde el gobierno central hacia las municipalidades se disimulaba con los ingresos percibidos por los tributos. London explicó que la paralización económica, y por lo tanto la disminución de los ingresos para las alcaldías, hará que las municipalidades dependan de los ingresos asignados por el gobierno central, esto si se da el primer escenario. “Se plantea la necesidad de que el gobierno central asigne oportunamente los recursos del situado constitucional”.
En este momento, la municipalidad está entre la espada y la pared, pues aumentar la carga tributaria significaría la asfixia de las empresas paralizadas, pero al mismo tiempo, las alcaldías necesitan ingresos para cubrir el costo de los servicios públicos ya colapsados en Caroní.
“Es peligroso y contraproducente que en este momento que se buscase incrementar la carga tributaria de los contribuyentes”, señaló London. “Es indispensable que las medidas económicas tengan en cuenta el auxilio a las empresas y municipios para superar la crisis”.
El experto tributario señaló la importancia de que se reactive la actividad económica cumpliendo con los protocolos sanitarios correspondientes, pues una paralización prolongada puede causar el cierre definitivo de un mayor número de empresas. “Es el tema de lograr el equilibrio y actuar con una adecuada planificación de esta emergencia”.
Algunos países han adoptado medidas económicas por la emergencia sanitaria provocada por la pandemia como subsidios a personas naturales y empresas, y la flexibilización fiscal, además de incrementar la protección social para empleados y jubilados y la reactivación progresiva del sector comercial.
Pero la realidad venezolana es diferente. El Estado venezolano carece de un fondo de emergencia para amortiguar los efectos económicos de la pandemia, y los subsidios ofrecidos a personas naturales no son significativos. Además, “no se ha planteado el auxilio necesario del sector empresarial para poder mantener las empresas vivas, el Estado podría no tener los recursos necesarios para su mantenimiento”, concluyó.
En Caroní, desde hace dos semanas los comerciantes intentan conciliar un método para reactivar parcialmente los comercios. Por otro lado, la Superintendencia de Tributos anunció vía Twitter la no flexibilización de la cuarentena para los negocios no priorizados.
