No importa qué estación de servicio fuera, subsidiada o dolarizada, todas amanecieron con largas colas la mañana de este lunes. Entre la improvisación y poca precisión en la información, conductores no tenían la certeza si hacían una cola para pagar la gasolina en bolívares o en dólares. Muchos se trasladaron a otras estaciones de servicio al ser informados de que estaban en una que les vendería en divisas.
La primera molestia fue el retraso en la hora de apertura. Ninguna abrió a las 6:00 am como se había anunciado. Las primeras en iniciar operaciones fueron las subsidiadas, las más buscadas por los guayaneses y las que habilitaron en menor cantidad.
La mayoría de las estaciones de servicio en Ciudad Guayana no cuentan aún con sistema para pagos electrónicos, en otras fallaron los equipos y procedieron al cobro en efectivo | Fotos William Urdaneta |
Entre ellas estaban las estaciones de servicio (E/S) en Puerto Ordaz: Cachamay, Caura y Orinokia, esta última con doble cola apenas a mitad de mañana. La E/S Mobil I (La Piña) y la de Unare, surtieron solo a los sectores priorizados con salvoconducto.
“Hemos visto mucha improvisación y los usuarios estamos afectados porque nos dieron unas pautas y no se están cumpliendo, sobre todo con el horario para el suministro”, manifestó Lino García mientras esperaba en la E/ S Las Américas, donde pagó a precio dolarizado.
Afirmó que prefiere comprar gasolina al nuevo precio dolarizado, que comprarla bachaqueada, cuyos precios de venta desde que comenzó la cuarentena llegaban ya hasta 4.5 dólares por litro.
“Es innegable que el precio de la gasolina debía sufrir un ajuste, no podíamos convivir con una industria que está con ingresos insuficientes para cubrir los costos, lo que no creo que funcione es esa dualidad de precios, es insostenible en el tiempo porque fomentas el bachaqueo. Ahorita estoy pagando en dólares porque no tengo gasolina y tengo que poner combustible. La idea es acceder a la gasolina de más bajo precio y reducir el recorrido. La escasez ha cambiado el hábito de los venezolanos en cuanto al desplazamiento y rutas, hay que optimizar más el uso del vehículo”, sostuvo.
Máximo 20 litros
Todas limitaron el suministro a 20 litros por vehículo, lo que contradice lo que horas más tarde dijo Tareck El Aissami, vicepresidente del área económica y presidente de Pdvsa, sobre la prohibición de limitar la cantidad de gasolina a surtir (a excepción de los 120 litros mensuales establecidos para los vehículos y 60 litros en el caso de las motos).
Y mientras este 1 de junio debieron iniciar operaciones a las 6:00 am hasta las 7:00 pm, en el caso de las subsidiadas, y las 12:00 de la noche para las premium, este mismo lunes reformaron la medida. Ahora el horario será de 5:00 am a 5:00 pm, tanto las estaciones subsidiadas como las que no, con la intención de tener una franja horaria para reabastecer las estaciones de combustible.
Todas las estaciones de servicio en Ciudad Guayana limitaron el suministro a máximo 20 litros de gasolina |
Por otra parte, en la mayoría de las estaciones de servicio, los conductores estuvieron obligados a pagar en efectivo, tanto en bolívares como en dólares: 100 mil bolívares en las subsidiadas y 10 dólares en el resto. Esto debido a que el nuevo sistema comenzó sin que todas las estaciones de servicio cuenten con punto de venta y sistema biopago.
Sin embargo, en la E/S Kavanayen, en San Félix, a pesar de contar con el equipo para pagos electrónicos, en menos de una hora presentó fallas y obligó también a que los conductores tuvieran que pagar en efectivo.
La no disponibilidad para gestionar estos pagos y la espera de instrucciones de Pdvsa fue motivo de retraso para que hasta horas del mediodía algunas estaciones aún no abrieran.
Se dio entonces la primera protesta en la avenida Atlántico de Puerto Ordaz. Conductores estaban confiados en que la E/S Atlántico I era subsidiada, incluso pagaron con sistema biopago, pero después del mediodía la orden fue distinta, solo recibirían pagos en divisas, lo cual no estaban dispuestos a pagar, ya que significa casi 2 millones de bolívares (10 dólares) por 20 litros. El monto que se sale del presupuesto de la mayoría de los ciudadanos.
“La gasolina en Venezuela siempre ha sido la más barata en el mundo, hacía falta un pequeño aumento para que Venezuela surgiera en otras cosas, pero este momento no creo que sea el más oportuno, mucho menos cobrando en divisas a los venezolanos que no ganamos en divisas, que el sueldo son 800 mil bolívares. Es confuso”, opinó Thaís Marín sobre el nuevo precio del combustible.
Desconfianza de los conductores
La necesidad de movilización obligó a los conductores a abastecerse de gasolina sin importar el precio. Algunos como Carlos Brito, consideraron incluso que era preferible sacrificar unas horas en cola para pagarla a 0.50 dólares el litro, en lugar de los 3 dólares por litro que ya había pagado en otras oportunidades.
“Para comprarla a 3 y 3.5 dólares es preferible comprarla en la bomba. El problema es que ve la hora y aún no empiezan a echar y son solo tres bombas reguladas, las demás cobran en dólares. Yo compraba gasolina al precio que la consiguiera, porque, si no cómo salgo a la calle a hacer las diligencias. Era una necesidad”, señaló.
Alfonso Fuentes, por su parte, opinó que aun el precio dolarizado del régimen es más económico que en el mercado negro.
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“Es más barato de lo que ellos mismos (régimen) la bachaquean (…) El problema de este país no es el coronavirus, es la gasolina. No se está saliendo es por eso, ellos dicen que es para controlar la pandemia, pero no es cierto”, agregó.
Aunque hay quienes tienen esperanzas en que el problema del combustible en el estado se reduzca, la desconfianza sigue latente.
“Esto es un paliativo de unos días, pero esto no soluciona nada. Vamos a ver cómo se desarrolla esto, pero hay mucha incertidumbre”, dijo José Ayala, conductor.
Para Franklin Rodríguez “el problema es que todas las decisiones que se toman son improvisadas. Si hubiesen surtido todas las bombas, habilitados los puntos de venta y empezamos otro día, ya con todo controlado, no tuviéramos este desastre”.
“No creo que mejore nada porque si ellos en verdad querían subsidiar gasolina al pueblo, deberían habilitar más bombas. Todas las bombas habilitadas prácticamente son a precio internacional, a conveniencia de ellos mismos, ¿qué prósperos podemos ser con eso? (…) Este es el único país donde el sueldo es en bolívares y la gasolina en dólares, ¿cómo hace uno? Tiene que calarse la cola obligatoriamente”, manifestó José Rojas.
En Ciudad Bolívar también se limitó el suministro de combustible a solo 20 litros. En las estaciones subsidiadas las colas eran más largas, mientras la desesperación se apoderaba de las motocicletas al no tener respuesta sobre el surtido para ellos.
En Santa Elena de Uairén no hubo suministro de gasolina. Allí contarán con una estación de servicio subsidiada y otra dolarizada.
Los meses de marzo, abril y mayo hubo una marcada escasez de gasolina en Venezuela que profundizó el mercado negro de combustible hasta 4.5 dólares por litro. A finales de mayo, la importación de gasolina de Irán es solo un paliativo a la grave crisis energética que atraviesa Venezuela debido a la caída productiva de Pdvsa.
El desabastecimiento de combustible en el estado Bolívar, sin embargo, tampoco no es nuevo. Desde mayo de 2019 el despacho es irregular. Apenas se normalizó por dos meses, luego que el gobernador Justo Noguera anunció la llegada de un buque. En septiembre del año pasado se agudizó nuevamente, volviendo al racionamiento según el terminal de placa vehicular. Ciudadanos pasaron hasta tres y cuatro días en cola para abastecerse de gasolina, y protagonizaron el mayor número de protestas en exigencia de su derecho a la movilización.