viernes, 21 marzo 2025
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Economistas consideran más preocupante la hiperinflación que el impacto del aumento de la gasolina sobre bienes y servicios

Las erradas políticas económicas afectan más que cualquier aumento en la estructura de costos por el nuevo precio de la gasolina. Economistas consideran necesarias mayores libertades económicas que permitan a empresarios abaratar costos de producción.

El nuevo precio del combustible tendrá impactos en el costo de los bienes y servicios. La gasolina, que antes era ignorada de la estructura de costos en la producción de bienes y servicios por ser casi gratis, hoy representa un gasto que debe ser evaluado por cada empresa.

A pesar de ello, economistas consideran esta medida necesaria y no tan dañina como las erráticas políticas que han derivado en una inédita hiperinflación. La Asamblea Nacional registró para abril un 80% de inflación en el mes y 341,61% en la inflación acumulada.

Oscar Torrealba, economista e investigador de Cedice Libertad, explicó que en mercados altamente competitivos el aumento de los insumos y costos de producción no necesariamente generan aumento en los bienes y servicios, sino una disminución del margen de rentabilidad o ganancia de los negocios.

A diferencia de otros países, en Venezuela con la poca rentabilidad y los niveles de riesgo por la crisis económica, los comerciantes trasladan el aumento de materias primas al precio final de bienes y servicios, explicó Torrealba.

“Va a haber un impacto en los precios”, comentó el especialista. Aunque desconoce de cuánto será, aclaró que será un aumento puntual, a diferencia de la inflación generada por la emisión de dinero inorgánico que genera un incremento sostenido mes a mes en los precios de un producto.

“Toda la economía venezolana nunca incluyó en su estructura de costos una gasolina a precios internacionales”, indicó al señalar que ahora el peso recaerá en el precio de venta de los productos.

Aunque el país ha tenido un aumento en la inflación constante, con la pandemia hubo una disminución de la demanda en ciertos productos y con eso el precio de los mismos.

Torrealba resaltó que la mejor garantía para el comerciante es la libertad económica, ya que subsidiar trae efectos contraproducentes que terminan pagando tanto el productor como el usuario. “Se acoplan a una estructura subvencionada por el gobierno, entonces dependen del gobierno”, cerró.

Medidas erróneas

Ronald Balza, economista y decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, señaló que el incremento de la gasolina no es tan determinante en el costo de bienes y servicios como el factor inflacionario y el cierre del mercado cambiario.

Indicó que desde 2012 se debió aumentar para mantener los costos de la producción de gasolina. “Ahora se está haciendo tarde y mal”, dijo. De acuerdo con el economista es incorrecto que se desconozca el presupuesto de esta importación y si el precio de venta satisface los costos que implicó el combustible iraní.

Para Balza es necesario que se cubra cada costo que se genere tanto con la gasolina como en los bienes y servicios dependientes de la misma, generando a su vez condiciones que permitan a las personas acceder a estos.

En Venezuela la escasez de combustible sigue siendo notoria, en las calles hay colas kilométricas de choferes esperando abastecer sus vehículos. De acuerdo con aproximaciones de trabajadores petroleros, el combustible traído en buques con un surtido normal no alcanzaría un tiempo mayor a 3 semanas, lo que deja abierta la puerta para continúe los precios a 3 y 4 dólares el litro, incluso durante la flexibilización.