Los accidentes laborales ya se han vuelto parte de la cotidianidad en la estatal, donde se han registrado cinco accidentes entre la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre, todos relacionados con la falta de cumplimiento de las normativas de seguridad laboral y el mal estado de las áreas de trabajo.
El último incidente transcurrió el 9 de diciembre y la víctima es el trabajador Breiner Contreras, quien labora en la guardia de 11:00 de la noche a 7:00 de la mañana. Contreras se disponía a cambiar uno de los cernidores de la estatal, cuando, según testigos, debido a la falta de iluminación cayó por un agujero que se encuentra descubierto por las caminerías del área.
Empleados aducen que estas rendijas o agujeros se han ido formando en las áreas de trabajo y, hasta la fecha, la administración no se ha abocado a repararlas.
“Él iba a cambiar una cernidora. En la caminería hay agujeros y él no los vio y se fue para abajo. Es una altura de tres metros. La cernidora es por donde pasa el material sacado del molino, de allí van a la cinta transportadora”, expresó un trabajador del área de Procesamiento del Mineral de Hierro (Pmh), quien enfatizó que el cambio de cernidor es un trabajo que se debe realizar de día debido a que requiere visibilidad y es de larga duración, no obstante, aseveró que a Contreras se le ordenó hacerlo para ahorrar tiempo y mejorar la productividad.
El obrero sufrió traumatismo en un hombro y en la rodilla izquierda.
“Debido a que este trabajo se realiza en la parte alta de la planta se debe hacer en el turno de 7:00 de la mañana a 3:00 de la tarde o en el segundo turno, ya que hay mayor claridad. Se viene denunciando que en la caminería hay rendijas por falta de mantenimiento, aunado a la falta de iluminación, hay riesgo de que el trabajador resbale y caiga”.
Tenemos una representación sindical patronal. Está en contra de los trabajadores. No nos apoyan en ninguna de las problemáticas. Aunado a esto han ocurrido más de tres accidentes en tan solo un mes. ¿Qué hemos visto? Nada”. |
Tan solo unos días antes, el trabajador Miguel Carpio sufrió una lesión en el cuello debido a una colisión en el área de ferrocarril. Previo, el pasado 7 de diciembre, Cristian Medina, electricista de la estatal, fue la tercera víctima del mes al sufrir quemaduras de tercer grado.
En cuanto al mes de noviembre, Aquiles Mosiso fue víctima de un accidente ocurrido en San Isidro, cuando ejecutaba una maniobra prohibida y perdió el control de una pala mecánica. Antes de eso, se registró la muerte de Julio Barroso, obrero que fue triturado por las ruedas del tren en la empresa, mientras realizaba una labor que no debería ser llevada a cabo por los trabajadores, sino de forma automatizada.
Cinco accidentes en menos de un mes, y todos con una característica en común: la realización de una maniobra u actividad prohibida y peligrosa, incumpliendo las normas de seguridad laboral pero acorde con los eslóganes gubernamentales que ponen la productividad por encima de la vida del empleado.
Ferromineros vienen denunciando desde principios de año la inseguridad que viven en las plantas, la cual es agravada por la falta de equipos de protección personal.
En este sentido, también ha quedado en evidencia que la empresa no cuenta con ambulancias ni equipos de primeros auxilios, ya que las cinco víctimas han sido trasladadas de forma particular al Hospital Américo Babó de Ferrominera Orinoco, ya que las ambulancias están fuera de servicio o sin combustible.
Autoridades silentes y sindicatos pulverizados
Los denunciantes manifestaron que se sienten desprotegidos ante un panorama inseguro. A su vez enfatizaron en que no cuentan con representación sindical ni delegados de prevención a quienes llevar sus preocupaciones, toda vez que las autoridades de seguridad industrial se mantienen silentes en todos los casos.
En medio de esta situación, destaca que durante el mes de noviembre el director regional del Instituto Nacional de Prevención de Salud y Seguridad Laboral (Inpsasel), Daniel Alviarez, admitió que las estatales no están reportando los accidentes que ocurren en planta.
Alviarez también confirmó que, debido al plan de contingencia, muchos delegados de prevención se encuentran fuera de las empresas, no obstante, destacó que la institución de seguridad laboral no puede interceder por aquellos delegados que, en lugar de ser despedidos, son sacados de planta como “no requeridos”.
“Tenemos una representación sindical patronal. Está en contra de los trabajadores. No nos apoyan en ninguna de las problemáticas. Aunado a esto han ocurrido más de tres accidentes en tan solo un mes. ¿Qué hemos visto? Nada. No se abocan a solucionar los problemas. Lo importante es la producción”, destacó un afectado.
Hasta la fecha la compañía no ha ofrecido información oficial sobre las causas de los hechos, si se tomará alguna medida correctiva, ni ha determinado responsabilidades en torno a la muerte de Julio Barroso.