La estatal CVG Aluminios Nacionales, S.A. (Alunasa), empresa venezolana ubicada en Puntarenas, Costa Rica, inició con el pago de liquidaciones a su personal luego de un año de retraso en el cumplimiento del beneficio, sin embargo, obreros denuncian que el pago se ha efectuado de forma irregular y solo a algunos de los trabajadores, faltando todavía 47 empleados por recibir el estipendio.
Alunasa, dedicada a la fabricación de aluminio, forma parte del holding de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), a su vez posee una trayectoria de 40 años en Esparza, zona costera de Costa Rica, en 2021 la empresa paralizó sus operaciones alegando falta de liquidez y despidiendo a 105 trabajadores, a quienes no cancelaron sus respectivos auxilios de cesantía (concepto legal costarricense equivalente a la liquidación).
Debido a estas irregularidades el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Costa Rica acordó como fecha de pago límite para que la compañía ejecutara el pago noviembre de 2022, acuerdo que fue incumplido por Alunasa, a razón de ello, Correo del Caroní conversó con personal de la empresa, quienes constataron la situación y manifestaron estar consumidos por deudas y problemas económicos.
Tras ocho meses de incumplimiento en el pago de salarios y un despido masivo en 2021, la compañía comenzó a saldar sus deudas durante la segunda quincena de diciembre, aunque personal aseveró que se viene cancelando de forma irregular, ya que no hubo ningún anuncio oficial y solo 58 trabajadores han recibido el pago.
El presidente de la seccional de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados en Alunasa (ANEP), José Luis Rosales, confirmó la información en entrevista con Correo del Caroní enfatizando en que la fecha límite era el 7 de noviembre, por lo que hay un retraso de más de un mes por parte de la empresa, quien tenía cerca de un año sin cancelar sueldos.
“Un poco más de la mitad de los trabajadores pasaron una Navidad despreocupada, pero el resto pasamos unas fiestas atribuladas. No sabemos nada más sobre la posible fecha de pago, ya que desde el 23 de diciembre dejaron de pagar, La incertidumbre es terrible”, destacó Rosales, quien aseveró que la mayoría de los afectados tienen deudas que pagar.
Según información ofrecida a este medio por los empleados de la compañía, la deuda es de aproximadamente 15 mil dólares por trabajador, en contexto, Costa Rica es el segundo país con el salario más alto de Latinoamérica.
“Los pagos se hicieron por el monto total, completos. Según entendemos. Se acabaron los recursos y están esperando que ingresen nuevos”, destacó el dirigente sindical.
Una trabajadora que prefirió mantenerse en el anonimato informó que el pago se ejecutó debido a acuerdos entre el Gobierno costarricense y funcionarios venezolanos, sin embargo lamentó que se esté pagando “de a poquitico” frente al alto costo de la vida en su país.
Asimismo los trabajadores aseguraron que hay rumores de que la empresa retomará operaciones durante el 2023, pero no hay información oficial al respecto.