En Ciudad Guayana la red de automercados Santa María cerró sus puertas, sumándose a otros negocios que no pudieron hacer frente a la “competencia desleal” y la poca capacidad de consumo del ciudadano guayanés como consecuencia de la crisis económica nacional.
Los residentes de la incipiente Ciudad Guayana contaban con el Comisariato de la Orinoco Mining Company, ubicado en los espacios del Centro Cívico, desde esa época hasta la actualidad son muchos los comercios que florecieron y también lo es la lista de los que sucumbieron con el paso del tiempo.
Desde el muy recordado automercado CADA, en las inmediaciones del Centro Cívico, las instalaciones pasaron a ser El Diamante, luego comercial Pekín, muy cerca del mercadito municipal, competencia del recordado Automercado Terekay, en la carrera Upata.
También afloraron negocios que eran sitios de encuentro, como el emblemático La Española de Villa Brasil, los cuales hoy están en desventaja ante los comercios de chinos y las bodeguitas informales que se encuentran por doquier.
Ante este escenario, Raúl Gil, presidente de la Cámara de Comercio de Caroní, destacó que el cierre de los automercados en el municipio Caroní responde en primer lugar, a que no hay capacidad adquisitiva por parte de los consumidores.
“En segundo lugar, hay muchos pequeños y medianos automercados, sobre todo chinos que han invadido el mercado y este fomenta una competencia desleal, porque hay altos impuestos municipales, altos impuestos nacionales y muchos de estos establecimientos no los pagan”, señaló.
Gil resalta que la situación debe tomarse en cuenta debido a que genera una competencia injusta para los supermercados pequeños, medianos y grandes.
“Pero hago énfasis que la capacidad adquisitiva del consumidor no es idónea. Es decir, no hay suficiente demanda de los productos que venden estos comercios”, ratificó.
Canon de arrendamientos por las nubes
En cuanto al cierre de locales en los centros comerciales como CCC Alta Vista, Trébol y Orinokia, asegura que ha influido el incremento desproporcionado del canon de arrendamiento, adicional a que también hay un aumento constante de los impuestos municipales y del cobro de los servicios públicos como el aseo urbano, agua, teléfono e internet. “Todo esto suma y no es rentable alquilar un local, por eso es que se ha incrementado la economía informal y ha disminuido la economía formal”, acotó.
Por ello, como propuesta el gremio indica a las autoridades regionales y municipales, específicamente al alcalde, que disminuya los impuestos y establezca también incentivos fiscales para nuevos emprendedores y nuevas empresas.
Explica que de esta manera se motiva para que salgan de la informalidad, crucen la acera hacia la formalidad. “También le sugerimos que se evalúe la implementación de incentivos fiscales para estimular el turismo, incentivar el área forestal y el sector agropecuario”.