Ante el aumento de la demanda de gas vehicular como alternativa a la escasez de gasolina en Guayana, los usuarios exigen que se habiliten más estaciones de servicio, que se instaure un sistema de mantenimiento preventivo y que se surta gas en el mismo horario de venta de la gasolina.
Desde hace tres semanas las colas para surtir gas en vehículos han superado el kilómetro de longitud y aunque hay suministro, usuarios denuncian fallas constantes en los equipos de distribución de este combustible, al menos cada dos días.
En Caroní solo funcionan tres de las 9 estaciones de servicio habilitadas con el sistema de gas. De esas 3 estaciones solamente Paseo Caroní II, en El Caimito, y Cachamay, en Castillito, están abiertas a todo público, y solo Paseo Caroní II despacha en paralelo al surtido de gasolina. En las otras estaciones, los usuarios denuncian que deben esperar a que terminen de abastecer gasolina para comenzar a atender a los usuarios que dependen del gas.
Antes la demanda era poca, mucha gente no contaba con el sistema, ahora todo el que tiene la posibilidad ha ido instalando el sistema de gas en sus carros”. William Contreras |
“No dan abasto para el montón de gente que ha ido por el gas, la demanda ha ido creciendo poco a poco. Los que tenemos sistema de gas que nunca hemos utilizado comenzamos a usarlo y exigimos que se nos dé la misma prioridad que se les da a los usuarios de gasolina”, manifestó William Contreras, uno de los tantos ciudadanos que optó por volver a utilizar esta alternativa para paliar la escasez de gasolina.
La estación de servicio Paseo Caroní II recibe casi toda la carga de la demanda del gas vehicular, por ser la única abierta a todo público que además abastece en el mismo horario en que se vende gasolina. “Eso está afectando a una cantidad considerable de personas, y es un tema desasistido por las autoridades”, expresó Contreras.
En la estación de servicio Cachamay, en Castillito, denuncian que una vez termina el suministro de gasolina en la estación, solo dedican dos horas a atender la cola de gas vehicular, todo antes de las 2:00 de la tarde, por la cuarentena para contener el virus de la COVID-19.
“Pensábamos que el gas iba a ser una solución y resulta que empeoró todo. Nosotros tenemos que esperar ahora que terminen de vender gasolina, ¿en qué momento vamos a surtir?”, cuestionó Klever García. “Aparte, cuando funciona una estación, la otra no”, zanjó. Klever reinstaló el sistema de gas en su vehículo hace cuatro meses, como la única opción que le quedaba para movilizarse.
“Más nos valemos del gas porque es un sistema de combustible económico que nos permite cierta holgura para poder trabajar”, concluyó.
Una alternativa
Cada vez son más las personas que utilizan gas en sus vehículos por la escasez de gasolina que se ha incrementado aún más durante estos últimos cuatro meses y que propició la entrada de los cinco buques iraníes cargados con combustible hacia Venezuela en mayo y que no es suficientes para suplir la demanda del parque automotriz.
Venezuela tiene 197,1 billones de pies cúbicos de gas natural en reservas probadas, pero actualmente se quema por incapacidad para procesarlo | Foto Clavel Rangel |
Esto trajo consigo un nuevo esquema de precios de la gasolina en las estaciones de servicio subsidiadas y las que manejan el precio internacional, que marcó el reinicio de la reventa de efectivo y la pernocta en las bombas para surtir al día siguiente en colas de más de 3 kilómetros.
“Antes la demanda era poca, mucha gente no contaba con el sistema, ahora todo el que tiene la posibilidad ha ido instalando el sistema de gas en sus carros”, señaló Contreras.
Tomás Porras es experto en la producción, funcionamiento e instalación de sistemas de gas natural en vehículos, lleva trabajando con la instalación de gas natural de forma particular desde hace un año y medio.
Antes, en promedio atendía al menos dos clientes a la semana para la instalación del sistema, pero desde hace cuatro meses atiende un promedio de 15 clientes semanales; aunque cuando la crisis de combustible se agudizó aún más, llegó a atender hasta a 50 personas a la semana.
“Era necesario que hicieran algo porque no había gasolina, y los talleres automotrices perdían clientes, querían atender también a usuarios que utilizaban el gas vehicular, de ahí surgieron propuestas hasta de asesoría”, manifestó.
Proyecto huérfano
De acuerdo con Petróleos de Venezuela Gas (Pdvsa Gas), Venezuela tiene 197,1 billones de pies cúbicos de gas natural en reservas probadas, lo que la ubica en el octavo puesto de las mayores reservas de gas natural en el mundo.
Para 2006, la estatal anunció el relanzamiento del programa de gas natural vehicular como un sistema alterno de combustible, para el momento se planteaba incorporar 350 puntos de surtido de gas en todo el país, además de reactivar 148 estaciones a gas que ya estaban construidas, y esto incluía la instalación de talleres de conversión a gas natural.
Uno de los encargados del área de construcción de este proyecto de Pdvsa Autogas en Puerto Ordaz, que prefirió reservar su identidad, indicó que para esta zona se habilitaron 11 estaciones de servicio. Solo lograron incorporar el servicio a gas en 9 de ellas, y además se construyeron dos talleres de conversión, uno en Puerto Ordaz, y otro en San Félix, el servicio era gratuito.
El extrabajador de Pdvsa Autogas explicó que este proyecto no prosperó por falta de gerencia eficiente y por la baja demanda de este tipo de combustible. En Venezuela la gasolina era casi regalada, y el gas, aunque era todavía más económico, no brinda suficiente potencia al motor del vehículo ni capacidad de recorrido. Un tanque solo alcanza hasta los 80 kilómetros de recorrido. La mayoría de los usuarios desincorporaron en su momento este sistema de sus carros, y el Estado dejó de invertir en el proyecto.
La instalación de los surtidores de gas en Puerto Ordaz data desde hace más de 10 años. En el momento de su instalación, ya los compresores -que son la pieza clave para el funcionamiento de los surtidores- estaban en malas condiciones, pues comenzaron a utilizarse a los dos años de su compra. “Muchos compresores ya tenían el armazón corroído, tenían filtraciones, incluso llegamos a desarmar un compresor para arreglar varios”, informó el experto.
Estos compresores ameritan un mantenimiento cada seis meses o al menos una vez al año, sin embargo, desde que se abandonó el proyecto, hace aproximadamente 7 años, los surtidores no cuentan con mantenimiento.
Ahora, esos mismos compresores operan en las únicas tres estaciones de servicio en Puerto Ordaz que cuentan con surtidores de gas, y los usuarios exigen que se restituya esta alternativa cuya demanda aumenta progresivamente conforme avanza la crisis del combustible.