La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó este jueves que la economía venezolana se contraerá 15% al cierre del 2018 y 10% en 2019, un empeoramiento respecto al año pasado lo que posiciona a Venezuela como la nación con el más profundo retroceso del producto interno bruto en la región.
El organismo resaltó que es el quinto año consecutivo de regresión, lo que supone una contracción acumulada de 44,3% respecto a 2013. Los números, a la par, muestran un agravamiento de la crisis económica pues el PIB ya había caído el año pasado en 13%, según la data de Cepal.
El organismo informó en el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2018 que “la proyección de crecimiento económico para América Latina y el Caribe en 2019 es de 1,7%, levemente inferior a la informada por Cepal en octubre pasado (1,8%), mientras que la estimación para el presente año (2018) también fue reducida ligeramente a 1,2% (desde el 1,3% señalado en octubre)”.
Desde el punto de vista regional, la Cepal observa que el mayor riesgo de cara al nuevo año es el “deterioro abrupto de las condiciones financieras para las economías emergentes”, vista la reducción en los flujos de financiamiento externo en 2018, además del aumento de los niveles de riesgo soberano y la depreciación de las monedas frente al dólar.
Venezuela en picada, vecinos en expansión
En el caso de Venezuela, la contracción económica proyectada es la más intensa de América Latina y el Caribe, pese a que los tres países vecinos crecerán tanto este como el próximo año.
Para Colombia se proyecta un crecimiento de 2,7% este año, mientras que en el caso de Brasil, la economía se expandirá 1,3% y la de Guyana, 3,4%. Para el 2019, el PIB de Brasil crecerá 2%, el de Colombia, 3,3% y el de Guyana, 4,6%.
La Cepal detalló que este año se introdujeron cambios al sistema cambiario de Venezuela, las reservas internacionales registraron una caída por cuarto año seguido y la producción petrolera se contrajo por cuarto año consecutivo a un ritmo superior al 50% entre enero de 2013 y octubre de 2018.
La economía venezolana atraviesa una situación compleja, en que coexisten la depresión de la actividad económica y una hiperinflación, indicó Cepal. La base monetaria alcanzó tasas superiores al 20.000% en los primeros nueve meses del año | Foto William Urdaneta |
“Esto ha provocado que, a pesar del aumento de precios de la canasta petrolera venezolana, durante 2017 y los primeros nueve meses de 2018 el sector público venezolano siga dependiendo de las transferencias de recursos provenientes del banco central. El mencionado aumento de los precios del crudo ha permitido que las exportaciones crezcan un 9,0%, lo que junto al descenso de las importaciones (26,0%) produjo un pequeño superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, de acuerdo con estimaciones de Cepal”, apuntan.
No obstante, para 2019, advierten que de mantenerse la severa restricción externa que enfrenta el país, se espera una nueva caída del PIB de 10% específicamente, una inflación creciente, un cuantioso aumento de los agregados monetarios y una depreciación significativa de la moneda.
La Cepal precisó que entre octubre de 2017 y el mismo mes de 2018, los agregados monetarios crecieron más de un 25.000%, “de modo que el presente año es el cuarto en que la base monetaria crece a tasas de tres dígitos o más”. El organismo explicó que la dinámica de la base monetaria está íntimamente relacionada con el financiamiento del Banco Central de Venezuela al sector público, en particular el de Pdvsa. En detalle, indica el informe, el financiamiento otorgado a empresas públicas no financieras se incrementó un 2.500% entre octubre de 2017 y octubre de 2018.
Este financiamiento se traduce en emisión de dinero inorgánico y presión en los niveles de precios.
Apuntan, además, que el crédito otorgado al sector privado crece en términos nominales a tasas anualizadas de más del 60% desde el cuarto trimestre de 2013, y durante los primeros diez meses de 2018 la tasa media del crecimiento mensual anualizado superó el 7.000%.
“Sin embargo, dado el crecimiento de los precios, el crédito real se ha reducido a tasas interanuales superiores al 70% durante 2018. Las tasas de interés nominales han exhibido una gran estabilidad, pero al corregir por la inflación se advierten tasas de interés reales muy negativas, que junto con la baja del ingreso de los hogares desestimulan la demanda de activos en bolívares”, explican.
El organismo recalcó que pese al lanzamiento del Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad en agosto de 2018, la inflación se ha acelerado, lo que consideran un reflejo del “deterioro de las cuentas fiscales por efecto de la caída en la factura petrolera y el consiguiente aumento del financiamiento monetario de la gestión fiscal. Del mismo modo, la inflación se ha acelerado a causa de la devaluación del tipo de cambio oficial y los aumentos del salario mínimo”.
De una serie de datos como formación bruta de capital fijo, exportaciones, importaciones, transferencia neta de recursos, inversión extranjera directa, deuda externa bruta, desempleo urbano, precios al consumidor, balances fiscales, composición de los gastos del gobierno central, la Cepal no dispone de datos de Venezuela debido a la política de opacidad informativa oficial.
Nicaragua y Argentina en el saco negativo
La contracción del PIB de Venezuela entra en el saco de retrocesos de la región en el que también están Argentina con un decrecimiento de 2,6% este año y 1,8% en 2019 y Nicaragua con contracción de 4,1% y 2% este y el próximo año, respectivamente.
En el Caribe, la economía de Dominica retrocederá 4,4% este año, mientras que la de Barbados mermará 0,5%, pero para el 2019 los números proyectan recuperación económica.
En el contexto político, sobresale que naciones con regímenes autoritarios como Cuba tengan proyección de crecimiento del PIB de 1,1% este año y 1% en 2019.