El director ejecutivo de Chevron, Mike Wirth, defiende que la licencia que le otorga el Departamento del Tesoro de EE UU a la petrolera para operar en Venezuela no sea revocada. En ese sentido, dijo que una medida de este tipo representaría más poder para China o Rusia.
El ejecutivo expresó a Financial Times que la compañía se comprometería con la Casa Blanca, después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijera que la licencia debía reconsiderarse.
Wirth aseguró que Chevron operaría de conformidad con la ley estadounidense y “se mantendría al margen de la política” y agregó que la eventual salida de Venezuela de la petrolera estadounidense ocasionaría una expansión de las compañías petroleras estatales de países rivales.
“En Venezuela, en particular, lo que se ha visto es que cuando los países de occidente se van, se ha visto a empresas de China, de Rusia, aumentar su presencia como resultado”, advirtió.
El CEO añadió que estudios de terceros sugirieron que la economía venezolana se vería afectada si Chevron sale del país y que podría impulsar flujos migratorios hacia Estados Unidos. Una declaración hecha poco antes de que Donald Trump enviara a su encargado de misiones especiales, Richard Grenell, a Venezuela, el 31 de enero, con el objetivo de discutir un acuerdo para la repatriación de los deportados.
Chevron ha operado en Venezuela durante casi un siglo y sus licencias petroleras se han extendido varias veces (incluso durante la primera administración de Trump). En 2022 la administración de Joe Biden otorgó una licencia que autorizaba a Chevron a expandir sus negocios en Venezuela como una muestra de buena fe para mejorar las condiciones democráticas en la gestión de Nicolás Maduro.
En octubre de 2023 se levantaron amplias sanciones al sector petrolero venezolano, lo que permitió a las empresas hacer negocios con Petróleos de Venezuela. Las sanciones se volvieron a imponer en abril de 2024, aunque se mantuvieron en vigor las licencias de exención individuales, incluida la de Chevron, dicha licencia ha permitido a la petrolera estadounidense aumentara su producción en Venezuela a unos 200 mil barriles diarios.