martes, 19 marzo 2024
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Cámara de Turismo en Bolívar solicita la reanudación de vuelos comerciales del que dependen más de 5 mil familias

Pese a ser el estado más grande del país, Bolívar no fue incluido en la programación de apertura de vuelos nacionales anunciada por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC).

@mlclisanchez

La Cámara de Turismo del estado Bolívar solicita la reanudación de vuelos en la entidad a partir del 30 de noviembre, pues no fue incluida en la programación de reactivación de vuelos anunciada por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), el 25 de noviembre.

“Nos preocupa que Bolívar no fue incluido en esa programación, queremos que las autoridades tomen cartas en el asunto y que abran nuestros aeropuertos”, manifestó el presidente de la Cámara de Turismo del estado Bolívar, Gilbert Almarza.

El turismo está paralizado 100% desde marzo, especialmente en los destinos que requieren acceso aéreo y del que dependen principalmente las comunidades indígenas de Gran Sabana, más de 5 mil familias y las únicas 10 boleterías que quedan.

La situación preocupa a la cámara porque, incluso antes de la pandemia por COVID-19, el sector estaba seriamente golpeado por la escasez de combustible, la militarización del territorio (que trajo consigo los hechos violentos entre 2018 y 2019), y el avance de la minería ilegal como forma alternativa de sustento en áreas protegidas.

Almarza señaló que las pérdidas económicas en el sector no se pueden calcular. De permanecer paralizado, el sector turístico que requiere movilización aérea enfrentará un escenario incierto en enero de 2021, incluyendo la posible desaparición de más boleterías.

Hasta ahora, la cámara calcula que hay, entre todas las agencias aéreas de la entidad, un promedio de entre 700 y 800 solicitudes de vuelos pendientes. La demanda proviene de personas que requieren salir o entrar al estado, no solo por motivos turísticos, sino de salud, negocios o reencuentro con familiares.

“Para ir al Roraima está prohibido en este momento por Inparques todas las subidas y no se sabe cuándo se van a reactivar, igual Canaima… no hay cómo programarse, lo que hay es mucha incertidumbre”, dijo.

   
Entre todas las agencias aéreas de la región hay un promedio de entre 700 y 800 solicitudes de vuelos que esperan apertura de los aeropuertos | Foto William Urdaneta

El hombre calcula que al menos 5 mil familias dependen directamente de la ruta aérea. “Todos dependen de la movilidad que puede haber entre un sector a otro, la conectividad es indispensable, es imposible pensar en una región tan grande sin conectividad aérea”, resaltó.

El estado Bolívar está conectado por cuatro aeropuertos. Uno de ellos, el Internacional Manuel Carlos Piar de Ciudad Guayana, tiene un aproximado de 20 vuelos comerciales y acceso a al menos siete ciudades del país.

El Aeropuerto Internacional de Santa Elena de Uairén, del municipio Gran Sabana, también ofrece vuelos turísticos y comerciales, y recibe pasajeros desde Ciudad Guayana, Canaima, Ciudad Bolívar y Caracas.

Almarza señaló que detrás de todas las empresas de turismo que esperan la apertura de vuelos hay familias, personas que han tenido que buscar otros medios de sustento, negocios alternos o economía informal.

Muchos operadores turísticos han optado por dedicarse a la minería de cielo abierto, o migran por pasos irregulares hacia Brasil en búsqueda de ingresos por la poca capacidad que tiene el Estado para brindar protección social, y salarios en medio de la alarma sanitaria y la paralización parcial de las empresas.

El problema no solo se extiende al sector turismo, sino a todas aquellas actividades que requieren conectividad aérea. “Las consecuencias son muy grande, son nefastas en la economía y en la calidad de vida. En enero no sabríamos ni en qué escenario poder manejarnos”, advirtió.

La prohibición de vuelos en Bolívar sumergió al sector turismo en el desempleo, el cierre de agencias de viaje y la incertidumbre que ya había trastocado al sector con la escasez del combustible.

Hasta ahora el INAC solo ha aprobado vuelos comerciales y de aviación general en Caracas, Los Roques, Margarita, Valencia, Maracay y Maracaibo, desde el 30 de noviembre hasta el 6 de diciembre, dejando al oriente y sur del país sin comunicación aérea. Las demás operaciones aéreas nacionales permanecerán suspendidas hasta febrero de 2021.

Por lo que quienes dependen de las líneas aéreas permanecen paralizados aún en medio de la flexibilización continua de todos los sectores económicos en diciembre.

Almarza asegura que todo el sector comercial y turístico del estado Bolívar está preparado para accionar en el escenario pandémico, y que requiere la autorización de operación cuanto antes. “Nosotros ya tenemos manuales de bioseguridad, estamos preparados para manejar a los visitantes y personas en movilidad”.

El Consejo Superior de Turismo (Conseturismo) anunció a principios de noviembre que el sector turismo tuvo pérdidas de 85% durante los meses de paralización por la pandemia de COVID-19.

En una entrevista para Fedecámaras Radio el presidente de Conseturismo, Leudo González, señaló que no se puede hablar de una flexibilización del sector que permita su recuperación total si no se abren todas las rutas: marítima, terrestre y aérea. Además, advirtió que 30% de las operaciones turísticas ya no podrán reactivarse porque sus reservas económicas se terminaron sin retorno.

Un puente aéreo para Santa Elena

Almarza asegura que, en un momento de alarma sanitaria, sería clave contar con un puente aéreo desde Santa Elena de Uairén para trasladar alimentos y medicinas, además de que sería beneficioso para las rutas turísticas de la zona.

“Es un sueño que siempre hemos tenido como operadores turísticos porque sería una forma de hacer llegar a Santa Elena, hacer un recorrido por la Gran Sabana, Roraima, volver a Santa Elena, tomar el vuelo y regresar a Puerto Ordaz”, explicó.

Pero asegura que la ejecución de esa iniciativa depende de que las autoridades competentes apoyen a los distintos sectores que se beneficiarían de esa ruta aérea.  “Nosotros tenemos toda la vocación y los ánimos de prestar el apoyo que podamos, pero al fin y al cabo quien autoriza esto y da la aprobación son las autoridades competentes”.