miércoles, 12 febrero 2025
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Calicor Bolívar advierte impacto negativo por proliferación de negocios clandestinos de licores

Si bien el número de licencias expedidas por la Alcaldía de Caroní ha aumentado, la cantidad de negocios del sector licorero ha disminuido al menos 30%, estima la Cámara de Licores en Bolívar. El gremio apuesta por un acercamiento con autoridades militares para garantizar la correcta distribución de sus productos. | Foto Jhoalys Siverio

A propósito de la reciente apertura de su oficina administrativa en la que ofrecerán a sus afiliados asesoría inmediata en materia tributaria, contable y legal, elementos importantes para empresas o nuevos emprendimientos que comercialicen o distribuyan licores en el estado Bolívar, la Cámara de Licores (Calicor) se refirió a las dificultades que enfrentan por el confinamiento desde marzo de 2020 y cómo han perjudicado al sector.

 

Insistimos en que nuestros afiliados cumplan las normas de bioseguridad y las implementen con sus clientes. Las ventas de licores se han ido flexibilizando y permitiendo el ingreso del cliente al comercio, y eso aumenta el riesgo de contagio”

Fidel Hernández, presidente de Calicor Bolívar

 

El presidente de Calicor en Bolívar, Fidel Hernández, informó que uno de esos elementos es la proliferación de negocios clandestinos que incumplen el artículo 45 de la Ley de Impuestos a Bebidas y Especies Alcohólicas, la cual establece que para participar en la cadena de comercialización se debe contar con una licencia de licores expedida por la Cámara Municipal, además de la patente de Industria y Comercio.

“Eso ha proliferado por múltiples factores y ha afectado la demanda de nuestros productos en los negocios que están formalmente instalados y pagamos impuestos, personal, alquileres, etc. Por otro lado, afecta también el esquema de precios al consumidor final, puesto que al no tener los costos y gastos de las empresas formales, indudablemente se plantea una competencia que no permite que se ajusten los precios a la realidad de las empresas formales”, explicó Hernández.

Percepción distorsionada

Calicor Bolívar explicó que la proliferación de negocios clandestinos de licores afecta la demanda y el esquema de precios de los negocios formales que pagan impuestos, alquiler y personal

Agregó que otra de las dificultades que enfrentan es la imposición de una alta alícuota impositiva por parte de la Alcaldía de Caroní, que piden sea revisada. “En la Alcaldía de Caroní la mayor alícuota que se puede pagar por ingreso bruto de cualquier negocio es el 6%, esa es la tasa que está asignada al sector licor al detal. Creemos que es una percepción distorsionada de la realidad, porque quizás tiempo atrás las empresas al detal de licores podían ser un negocio excelente, pero hoy en día son un negocio de mediana rentabilidad hacia abajo”, detalló.

Calicor busca demostrar que las empresas de ventas de licores al detal no son el negocio más rentable en la actualidad, por lo que requieren una disminución en el porcentaje de las tasas impositivas para ser competitivos en el sector licorero.

En cuanto a la distribución y mayoristas, Calicor Bolívar insiste en tener acercamiento con las autoridades militares, ya que son los que permiten o no la circulación de los licores en toda la región, principalmente por los principales puentes y en el tránsito hacia el sur o el occidente del estado.

Más licencias, menos negocios

Como en todo el sector económico y comercial, las restricciones por el confinamiento debido a la pandemia de COVID-19 llevaron al cierre de negocios, reducción de personal o a reinventarse en la venta de nuevos rubros.

Hernández señaló como contradictorio que mientras al menos un 30% de los negocios del sector licorero han cerrado, la cantidad de licencias expedidas en la Alcaldía de Caroní han incrementado.

“Cuando contabilizamos la cantidad de licencias expedidas en la Alcaldía, vemos que han aumentado porque han proliferado otro tipo de negocios en los cuales no están dedicados de forma exclusiva a la comercialización de licores, pero también necesitan licencia para funcionar. La cantidad de licencias que existen han crecido, pero la cantidad de negocios operando han disminuido, aun cuando el aviso de estos dos meses de flexibilización, que queremos que sea una flexibilización responsable, ha ameritado que algunos negocios se hayan reactivado en los últimos días”, explicó Hernández.

Las restricciones del confinamiento para la operatividad del sector comercial llevaron a que negocios que vendían exclusivamente licores, ahora compartan anaqueles con víveres y otros alimentos. “Es un esfuerzo importante porque nuestros negocios no estaban adaptados física ni financieramente para tener un nuevo rubro, es un nuevo mercado, nuevos proveedores, nuevos permisos para poder funcionar”, destacó el presidente de Calicor Bolívar.

El gremio, así como el resto de las cámaras afiliadas a Fedecámaras en Bolívar, plantean una campaña de flexibilización responsable. “Insistimos en que nuestros afiliados cumplan las normas de bioseguridad y las implementen con sus clientes. Las ventas de licores se han ido flexibilizando y permitiendo el ingreso del cliente al comercio, y eso aumenta el riesgo de contagio”, advirtió Hernández.

En cuanto a las expectativas durante esta flexibilización, temen no alcanzar la demanda esperada debido al tiempo que laboraron bajo el esquema 7+7. Dependerá también de la capacidad adquisitiva del consumidor, ya que esto ha llevado a una mayor oferta y poca demanda, y con ello una competencia de precios para atraer al reducido segmento con poder de pago.