sábado, 5 octubre 2024
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Brecha entre dólar oficial y paralelo preocupa a consumidores y comerciantes

“Es un desastre, tiene que haber un solo dólar, si es a 40 a 40 y si es a 38, pues 38 porque el paralelo y oficial eso es un tira y encoge, si uno paga la mercancía en bolívares te la cobran al paralelo”, afirma un comerciante.

“Hay una diferencia muy grande entre el dólar oficial y el paralelo. En la calle te cobran al paralelo cuando haces compras así en mercados informales, básicamente siempre te van a cobrar a la tasa del paralelo y no como te cobrarían en un supermercado, eso nos afecta”, dice Ángel de 47 años, mientras pasa por una zona llena de tiendas y de buhoneros en Chacaíto, Caracas.

En la calle la gente sabe que hay una brecha entre el tipo de cambio en el mercado oficial y el paralelo, que se amplió todavía más desde el 15 de agosto. En un país donde la economía ha sido volátil en los últimos años, los venezolanos revisan diariamente los cotizadores y se empapan de las noticias económicas. La mayoría sabe que el dólar subió y sabe también que esto le afecta.

Roberto Palomino, un curtido vendedor de ropa en mercados de Caracas, por ejemplo, dice que los mercados y negocios formales deben regirse por la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV), pero cuando le toca pagar la mercancía que le entregan a crédito muchas veces estos dólares no los consigue en el mercado a la tasa oficial, incluso indica que al comprarlos en la banca estos le salen por arriba debido al impuesto.

“Es un desastre, tiene que haber un solo dólar, si es a 40 a 40 y si es a 38, pues 38 porque el paralelo y oficial eso es un tira y encoge, si uno paga la mercancía en bolívares te la cobran al paralelo”, afirma el comerciante.

Daniel Galea, un joven de 22 años, es otro de los que está preocupado por el alza del dólar. Comenta que en las últimas semanas ha querido comprar algunas cosas, pero no le ha alcanzado el dinero, dice que los precios han subido mucho en los lugares donde inicialmente compraría.

Pero el alza del dólar en el mercado no oficial, que en un solo día puede aumentar hasta 1,78%, como pasó entre el 3 y  4 de septiembre, no es lo único por lo que temen los vendedores, su principal problema está en que las ventas han estado caídas.

“Si la gente no tiene ingresos no puede comprar, eso es algo natural, aquí no se gana plata”, expresa Roberto Palomino, sobre cómo ha funcionado su negocio en los últimos días y muestra un libro gordo en el que lleva anotados todos los créditos que ha dado a sus clientes en los últimos meses, porque les es casi imposible pagar de contado.

Amauri, un vendedor de papas en el Mercado Guaicaipuro, comenta que esta situación le afecta cuando compra a crédito. “A uno le acreditan la mercancía y el compromiso es pagarlo a precios en dólares, no debería ser al paralelo, pero cuando uno va a cancelar pagas un poquito más del dólar a Banco Central, porque la diferencia es muy grande, supongamos si está en 37 bolívares, entonces el proveedor te dice ‘págame la mercancía un poquito más, a 38 bolívares”.

El comerciante indica que al menos en la última semana pudo mantener los precios de la papa, sin embargo, añade que de seguir las cosas como hasta ahora, le será más difícil mantenerlos y tendrá que subirlos. Su crédito debe pagarlo en un lapso de seis días, pero las ventas “están muy lentas”.

“Eso impide que uno recupere la inversión, la semana pasada solo dejé papas, no metí naranja porque se me quedó”, comenta a TalCual.

En el bulevar de Sabana Grande una joven de 15 años dice que a pesar de que es menor de edad y no puede tomar un empleo formal, está buscando la manera de aprender a maquillar cejas y hacer uñas para ayudar con los gastos de su casa. Para ella el precio del dólar “es algo súper difícil para las personas que no poseen grandes ingresos”.

“Se viven muchas necesidades en el día a día, uno intenta rebuscarse, pero igual no te alcanza, los bolívares no son suficientes para los dólares, mi mamá no gana lo suficiente, entonces estoy buscando manera de aprender que si maquillaje, cejas, meterme por aquí para poder cubrir los gastos que tenemos”, indica la adolescente.

En las últimas semanas la brecha entre el tipo de cambio oficial (36,69 bolívares) y el paralelo (43 bolívares) se amplió hasta llegar a 17,6% al cierre del 9 de septiembre. Para los especialistas esto podría tener impacto en una inflación más acentuada a cierre de año, así como menores proyecciones de crecimiento para la economía.

Ana Quintero, de 43 años, comenta que la moneda ha estado muy inestable. “He conseguido precios muy diferentes en el mercado de cosas de primera necesidad y es impactante porque nunca hay estabilidad en la moneda ni para el bolívar, ni para el dólar”, expresa la mujer quien tiene un puesto de impresiones y allí también ve el impacto del mercado cambiario.

Carmen Acosta, de 42 años, quien tiene un puesto de barquillas en Sabana Grande, dice que esto no solo afecta a los comerciantes, también “a las amas de casa, a los empleados públicos, privados, a todo el sector laboral”.

Para ella una de las situaciones cotidianas es que en los comercios cotizan el dólar en 36 bolívares (oficial), pero cuando pregunta si es en efectivo se lo cobran a 40 bolívares. “Pero cuando ellos te dan vuelto a ti te lo cotizan a 36, entonces hay un desnivel, nunca tienen para reintegrarse el vuelto, quieres que lleves otra cosa para redondear”, explica.

Pero para Carmen, desde las elecciones presidenciales para acá, su dolor de cabeza está en que “han bajado mucho las ventas”.

“Ha bajado el efectivo, la divisa. Estamos trabajando más que todo con el punto, pero el punto nos cobra un dólar diario, a veces hasta 2 dólares, dependiendo de las transacciones que hagas, por pago móvil también te cobran un incremento por cada transacción. Aquí en el bulevar veías gente que llevaba electrodomésticos, ropa, zapatos, pero ahorita no”, dice.

El Ministerio de Comercio Nacional a través de la Superintendencia Nacional para la Defensa para los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ha retomado las inspecciones en los comercios para constatar que estos mantengan como tasa de referencia la del BCV. Una medida que también los obliga a mostrar de manera visible la cotización diaria de la institución.