El estado Bolívar, otrora sindicalista y cuna de grandes dirigentes laborales, como cada año resonó el 1 de mayo. Es de esperarse, pues es el hogar de más de 200 mil trabajadores públicos; sin embargo, en años anteriores la fecha era señal de celebración, orgullo y logros conquistados, mientras que este representa el cumplimiento del tercer aniversario de la “muerte del salario mínimo”.
“Desde el año 2018 Nicolás Maduro ha venido violentando los derechos de los trabajadores a través de la implementación del memorándum 2792 y el instructivo Onapre. Ha congelado por más de tres años el salario, esto no se ve en ninguna parte del mundo. La ley blinda nuestros beneficios laborales, pero tenemos un régimen que ha desconocido toda la legislación venezolana y la voluntad popular. Los anuncios de Maduro no sorprenden, ya sabíamos que no habría aumento salarial, es una política implementada para destruir la calidad de vida de los venezolanos”, expresó el secretario general del sindicato del Complejo Siderúrgico Nacional, Alejandro Álvarez.
Las declaraciones hacen referencia a la ausencia de aumento salarial en el país, el que por tercer año consecutivo fue dejado en 130 bolívares, es decir, menos de 2 dólares. El anuncio que se esperaba fue reemplazado por un aumento en el bono de guerra económica que pasó de 90 a 120 dólares sin incidencia en seguridad social.
“Estamos protestando de forma cívica y justa. No aceptamos el aumento que acaba de dar el presidente. Un aumento que no alcanza para nada. Acá estamos educadores, ama de casa, ciudadanos que vivimos el día a día. Nosotros no queremos bonos, el presidente tiene que entender que lo que necesitamos es aumento salarial. El bono no tiene incidencia en nuestro salario, nosotros queremos un aumento justo que compense con la cesta básica. Ya no podemos comprar los alimentos”, manifestó la secretaria general del Colegio de Profesores del estado Bolívar, Aída González.
Sin presencia de líderes políticos en plena campaña electoral
Los presentes alegaron que Bolívar no podía quedarse atrás y debía continuar en las calles para reclamar salarios justos. Asimismo recordaron que hay dirigentes sindicales detenidos en la región a quienes “no vamos a olvidar”.
Caroní ha sido el escenario de grandes protestas laborales, entre ellas, la del Día del Trabajador que desde hace un tiempo se hace de forma regular en la Esquina caliente de Unare. A diferencia de las convocatorias del año 2023 y 2024, donde líderes políticos aparecían con banderas y consignas, este año la concentración se limitó a trabajadores de las empresas básicas y maestros, quienes aglutinaron poco más de 65 personas en el marco de una depresión generalizada y poca tendencia a la protesta en todo el país.
Ninguno de los candidatos opositores a la Gobernación de Bolívar salió a las calles ni acudió a las convocatorias que hubo en la ciudad, lo que sorprende, debido a la plena campaña electoral. Sin embargo, ninguno de los protestantes hizo referencia a alguna candidatura, por el contrario, todos se inclinaron a que debe respetarse la voluntad del 28 de julio, donde, según las actas recopiladas por la oposición, el pueblo escogió a Edmundo González Urrutia como presidente.
Persecución y amedrentamiento: realidad en las empresas básicas de Guayana
Asimismo, sindicalistas que asistieron destacaron que hay privados de libertad en la región y gran cantidad de dirigentes laborales con medidas cautelares, debido a protestas y reclamos encabezados por trabajadores de la CVG, ante esto, exigieron libertad y respeto por la libertad sindical en el país.
“La lucha es en la calle. Nos asiste la verdad y estamos del lado correcto de la historia. Nos han atacado, perseguido, a muchos trabajadores que hoy están privados de libertad. Lamentablemente, en esas empresas no puedes levantar la voz porque te desactivan. Te humillan. Ese es el llamado a que tenemos que unirnos y organizarnos a partir de este momento. El 28 de julio del año pasado se marcó una gesta histórica en este país y nosotros los trabajadores estuvimos allí y fuimos protagonistas. No debemos bajar los ni pasar la página”, manifestó César Marcano, dirigente laboral de Ferrominera Orinoco.
El secretario general del sindicato de la Briquetera de Venezuela, Isnaldo Rodríguez, vituperó la ausencia de libertad de expresión en las áreas de trabajo, así como el amedrentamiento al que son sometidos los trabajadores para poder permanecer activos.
“Hoy el gobierno sale con su cara lavada a burlar y engañar a todos los trabajadores. No nos vamos a sorprender: ya lo hemos vivido. Persecución a todo aquel que alza su voz en una empresa. Esta lucha no es solamente de las empresas básicas, al lado de nuestras casas tenemos una maestra, una enfermera… que también está padeciendo este sistema hambreador y diabólico donde el gobierno es responsable”, manifestó.
A la convocatoria asistió la dirigencia de la Intersectorial de Trabajadores de Guayana, dirigida por el sindicalista Rubén González, quien también manifestó la importancia de las elecciones del 28 de julio.
“La emergencia de hoy es de libertad y democracia. No hay nada que celebrar. El régimen que perdió las elecciones no se le puede reclamar porque ya él no es presidente (Maduro). Debemos unirnos con una sola visión que es de libertad y democracia. Desde la Intersectorial, felicitamos a los trabajadores genuinos, aquí debemos defender el 28 de julio, donde ese soberano con valentía salió a votar y ese voto determinó que Edmundo González es el presidente de los venezolanos. Uno no se explica cómo hay actores políticos que van a la farsa del 25 mayo, cuando realmente tienen que reconocer al tirano, admitir un CNE que todavía no presenta las actas donde está reflejado que Edmundo González ganó”, vociferó González.