El liderazgo que ha ganado el trabajador de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) Ángel Bolívar ante sus compañeros le ha valido la persecución, el acoso y el amedrentamiento por parte del Estado venezolano. Hoy el obrero clama que “si me quieren despedir, háganlo, pero no se metan con mi familia”.
Bolívar actualmente permanece en resguardo. Luego de participar en la tranca ejecutada por sidoristas en la avenida de los Trabajadores ha sido constantemente acosado por funcionarios de diferentes cuerpos de seguridad del Estado que, asegura, buscan privarlo de su libertad por ser uno de los líderes en la estatal del acero.
“Se dieron a la tarea de convertir en delincuentes a personas que alzan la voz en defensa de derechos constituidos en la Ley Orgánica del Trabajo. Ya no podemos seguir permitiendo esto. Hoy nuevamente llegaron a mi casa. Mi esposa y mis hijos viven temiendo que lleguen allá como si en la casa hubiera drogas, objetos robados… Son capaces de hasta sembrar falsas pruebas para dañar la imagen de quienes alzamos la voz ante tanto atropello”, denunció Bolívar.
El sidorista tiene una trayectoria de 24 años de servicio en la empresa, ha dedicado más de dos décadas a la estatal que hoy, en medio de la crisis económica, lo redujo al estatus de “no requerido” y le hace permanecer cobrando un sueldo de solo el 30% de lo que le corresponde.
Su último cargo fue como jefe de sector en el departamento de Energía Eléctrica, del cual fue desactivado por motivo de la pandemia en agosto de 2020.
Desde 2021 reclama la reincorporación de los trabajadores no requeridos a la compañía, por lo que ha sido hostigado y perseguido.
Durante los cinco días que la protesta obstaculizó la arteria vial que conecta Ciudad Bolívar con Puerto Ordaz, funcionarios del Estado visitaron la residencia del empleado con la intención de apresarlo.
Este 19 de enero la situación se repitió, pese a que la manifestación ya fue disipada. Mientras la Gobernación envía notas de prensa y fotografías en mesas de diálogo con sidoristas asegurando buscar el diálogo, contra los líderes de la protesta continúa la persecución y el amedrentamiento.
El obrero declaró para Correo del Caroní que un funcionario se dirigió a su residencia a las 7:00 de la noche para entregarle una citación de la Fiscalía.
“Tengo casi tres años sin saber lo que es pisar el interior de Sidor, no puedo articular protestas como pretenden señalar. Hice acto de presencia en la protesta para apoyar a mis compañeros activos. Ese día mi esposa me llamó preocupada para decirme que unos militares y un señor de la Fiscalía se acercó a la casa con armas largas para entregarme un documento. Eso generó alarma y nerviosismo en mi casa. Estamos intranquilos y estoy en resguardo porque sabemos que nos enfrentamos a gente inescrupulosa”, denunció el sidorista.
En el marco de esta protesta, el Estado negoció, tal cual rehenes, la libertad de 18 trabajadores que encarceló por unirse al reclamo en pro de mejores salarios.
A este destino es al que le teme Ángel Bolívar, ya que los arrestados permanecieron varios días privados de libertad y, pese a ser liberados, estarán bajo régimen de presentación. En relación con el tema, instancias internacionales ya han constatado el hostigamiento contra los líderes sindicales que se vive en el país.
– ¿Por qué cree que la empresa, valiéndose de los cuerpos de seguridad del Estado, mantiene esta persecución en su contra?
– Yo soy un simple delegado de prevención. Es porque simple y llanamente no nos quedamos callados ante tanto atropello. Por eso arremeten contra nosotros. Más allá de eso, a lo bueno, le digo bueno; a lo malo, le digo malo. No me callo ante los atropellos. Eso es lo que les incomoda. ¿Cómo no reclamar ahora? Si nos han quitado todo. ¿Cómo es normal ser perseguido por reclamar nuestros derechos, hasta el punto de llevarnos tras las rejas como delincuentes?
Dirigentes sindicales que participaron en la manifestación, entre ellos, César Soto, dirigente de Unidad en la Coincidencia; César Marcano, trabajador de Ferrominera Orinoco; y José Basanta, dirigente sindical de CVG Bauxilum, han denunciado la misma situación de hostigamiento y acoso en sus residencias personales debido a su participación en las protestas.