viernes, 7 febrero 2025
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Altos costos de servicios y poca demanda amenazan con cerrar hoteles en Bolívar

Aseguran los afectados que la economía regional atraviesa una de sus peores crisis en décadas y el sector hotelero es uno de los más afectados. Afirman que lo que antes fue un sector próspero y vital para el desarrollo local, hoy se encuentra al borde del colapso a consecuencia del alto costo operativo y la merma en la demanda del servicio.

La paralización de la actividad minera, una de las principales fuentes de ingresos de la región, ha sido un golpe devastador para la economía local de Ciudad Bolívar toda vez que la falta de combustible ha dejado inoperante al sector, reduciendo drásticamente la inyección de capital en la región guayanesa.

Así lo informó Carlos Alaimo, segundo vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industrias del estado Bolívar, quien explicó que sin la actividad minera, el flujo de visitantes ha disminuido en Ciudad Bolívar, afectando directamente la ocupación de los hoteles. “Muchos de los trabajadores y empresarios vinculados a la minería que solían frecuentar la capital ya no tienen razones para venir, dejando a los hoteles con habitaciones vacías y sin ingresos”, lamentó.

Según los testimonios de voceros del sector, la economía regional atraviesa una de sus peores crisis en décadas, y lo que antes fue un sector próspero, vital para el desarrollo local, hoy se encuentra al borde del colapso. Las razones detrás de esta situación son múltiples y cada una de ellas ha contribuido a profundizar la crisis que amenaza con cerrar las puertas de muchos hoteles.

Tal como lo señala Alaimo, a esto se suma la falta de conectividad aérea, la cancelación de vuelos desde y hacia Canaima y Caracas, que ha dejado a la ciudad prácticamente aislada. Esta falta de accesibilidad reduce significativamente la llegada de turistas, ya que sin un flujo constante de visitantes los hoteles han visto caer sus tasas de ocupación, lo que agrava aún más la crisis que enfrentan.

En ese orden de ideas, refirieron que la actividad agropecuaria, otro pilar económico, también ha sufrido un duro revés debido a que la expansión de la minería ha diezmado las tierras agrícolas, reduciendo la producción de alimentos afectando el sustento de muchas familias. Además el cierre del paso para la carga pesada por el Puente Angostura debido a trabajos de mantenimiento, ha encarecido los costos de transporte situación que genera un efecto dominó en la economía local, en la cual cada incremento de los costos operativos repercute en la viabilidad de los negocios.

Pedro Toledo, directivo de la Cámara de Turismo y propietario del Hotel La Cumbre, señaló que también enfrentan una serie de gastos fijos que no pueden eludir, entre ellos enumeró los pagos a Corpoelec -los cuales se han incrementado estos últimos meses-, así como a Hidrobolívar, por el servicio de agua y el servicio de televisión por cable. Estos costos, sumados a la carga tributaria municipal, han puesto a los hoteles en una situación financiera insostenible.

Lo cierto es que cada mes las cuentas se acumulan y los ingresos son cada vez más escasos, lo que ha llevado a muchos propietarios a considerar el cierre definitivo de sus establecimientos.

Juan Rivas, propietario de Posada La Terraza, explicó que también es necesario obtener respuesta acerca del concepto de relleno sanitario, que viene en la factura del servicio de energía eléctrica pero que no están obligados a pagar, ya que en el municipio no se presta el servicio. “Sin embargo mes a mes se acumula y si nos la cobran nos obligarían a cerrar definitivamente”, dijo.

Posibles soluciones

Frente a esta situación desesperada, el gremio de empresarios hoteleros ha propuesto varias medidas para intentar salvar al sector. Una de las principales es la reapertura del suministro de combustible para la minería, lo que permitiría reactivar una parte crucial de la economía local y con ello aumentar la demanda de servicios. También se ha planteado la reanudación de los vuelos comerciales desde y hacia la capital, una medida que podría mejorar la conectividad y atraer a más visitantes.

Otra propuesta clave es el reajuste en las tarifas de Corpoelec e Hidrobolívar, que aliviaría parte de la carga financiera que pesa sobre los hoteles. Además se ha sugerido una reducción en la carga tributaria municipal específica para el sector hotelero, con el objetivo de dar un respiro económico a estos negocios que luchan por sobrevivir.

Lo cierto es que la situación es crítica y el futuro de muchos hoteles en la capital y su plantilla de colaboradores es de incertidumbre. Aunque las propuestas podrían ser el salvavidas, necesitan que su implementación sea una acción rápida y decidida por parte de las autoridades a los fines de mantener la economía y el bienestar de la colectividad.

Denuncian aumento excesivo en facturas de Corpoelec

De igual forma, los voceros de la Cámara de Comercio e Industrias del estado Bolívar manifestaron su profunda preocupación ante el aumento desproporcionado en las facturas de Corpoelec, estatal encargada de la distribución de energía eléctrica, toda vez que este incremento afecta a empresas de todos los sectores.

El gremio empresarial sostiene que el ajuste se produce en un contexto económico ya de por sí complicado, agravando las dificultades que enfrentan los comerciantes.

Julio Díaz, presidente de esta organización gremial, indicó que una de las principales causas de esta subida en la facturación es el incremento del costo por kilovatio hora (KWh), que ha pasado de 0,40 a 0,73 en un período muy corto, representando un alza del 82,5% en solo un mes.

“Este aumento abrupto no solo afecta a las empresas que dependen del suministro eléctrico para sus operaciones diarias, sino que también impacta directamente en su capacidad para mantener costos operativos sostenibles. Este incremento no ha sido acompañado por una explicación o justificación clara por parte de Corpoelec”.

Además la cámara ha denunciado que las tarifas aplicadas por Corpoelec han subido luego de la pandemia, sin que se proporcionen razones técnicas o económicas que expliquen estos aumentos durante este 2024, hasta abril se mantuvo una tarifa de 0,37 por KWH y luego hasta 0,73 en junio. Este comportamiento en la facturación dificulta la planificación financiera de las negocios y pone en riesgo su viabilidad a largo plazo.

Según lo estipulado en la Ley de Servicio Eléctrico, las compañías tienen el derecho de solicitar esta reducción cuando sus necesidades energéticas disminuyen, especialmente en casos donde la capacidad y el consumo han tenido que ser recortados debido a la crisis económica que atraviesa el país desde hace varios años.

“Sin embargo, a pesar de ser una obligación de Corpoelec, estas solicitudes no están siendo atendidas, lo que coloca a las empresas en una situación de indefensión frente a cargos que no se corresponden con su consumo real”.

La cámara subraya la necesidad de que los ajustes tarifarios sean coherentes con la realidad económica del país y que permitan a los comercios seguir operando, sin que el costo de la energía se convierta en un obstáculo insalvable.

Igualmente, a lo antes expuesto por Díaz, se suma la falta de respuesta por parte de Corpoelec en relación con el resarcimiento por daños a equipos eléctricos, contemplado en la Ley de Servicio Eléctrico.

Pedro Toledo denunció que las empresas han reportado daños significativos en sus equipos debido a fallas en el suministro de energía, y aunque la ley establece mecanismos para compensar estos daños, la realidad es que aún están esperando el formulario para realizar el reclamo. (Con información de CCIEB)