Vendedores informales de la calle Nekuima, en Alta Vista, rechazaron la medida tomada por la Alcaldía de Caroní de demoler los quioscos donde llevan trabajando más de 20 años el pasado 6 de febrero en horas de la noche. En este sentido, los afectados exigen ser reubicados de forma inmediata.
En esta ocasión fueron cuatro los puestos de trabajo que quedaron convertidos en escombros tras ser embestidos por máquinas demoledoras bajo la orden de las autoridades locales. A pesar de que los perjudicados admiten haber sido notificados del desalojo desde octubre de 2023, manifiestan que ante la crisis económica este es su único sustento.
“Tengo tres hijos en la universidad y estoy quedando desempleada porque la Alcaldía está enamorada de este espacio. Quiero que el mundo se entere de que aquí, en Venezuela, se violan los derechos y quieren hacer con los venezolanos lo que les da la gana. Las leyes y la legalización que uno tiene para ellos no sirve. Mi quiosco en 22 años ha vendido pastelitos y empanadas, con eso crié a mis hijos y pagaba las facturas de Fospuca. Mi quiosco tenía permisos”, enfatizó Rebeca Díaz.
“Es triste que tomen estas acciones viendo lo que está ocurriendo en este país, donde la economía está destruida. Profesionales como yo nos vemos obligada a hacer otras tareas porque el sueldo no nos da. Están cometiendo un atropello aquí. Se ha hecho un desastre con los vendedores informales y el alcalde se hace la vista gorda. Avalan este desastre supuestamente para embellecer la ciudad, yo digo ahí está la Plaza de los Tubos, una plaza donde atracan, violan, consumen erijas. Ahí está la Plaza del Hierro, abandonada y a oscuras. A nada de eso le hacen nada”, expresó Nasser Mesa.
Regulación Urbana de Caroní afirma que pronto serán reubicados
Este medio contactó al director de Economía Eventual de la Alcaldía de Caroní, Degnis Mazo, quien, a pesar de ser señalado como el ejecutor de estas medidas, manifestó no tener competencia en esta área y no ofreció declaraciones sobre el caso.
La secretaria de Regulación Urbana de la Alcaldía de Caroní, Yasmín Chaurán, en entrevista con Correo del Caroní aseguró que estas medidas forman parte del plan de reordenamiento de la ciudad que viene siendo desarrollado desde el año 2023. Asimismo aseveró que en todos los casos han contemplado la reubicación de los afectados.
“Todo lo que hacemos se enmarca en la recuperación del derecho en la ciudad. El derecho a poder caminar por las aceras, el derecho a poder transitar por las vías, el derecho a poder disfrutar de una plaza pública. Es decir, priorizar en lo colectivo. El año pasado la Alcaldía de Caroní recuperó 150 espacios que estaban ocupados por estructuras ilegales. Eran 150 estructuras que no tenían ningún tipo de permisología que estaban ubicadas sobre sistemas de drenaje, hubo construcciones sobre bocas de visita. Nos pasó en el Paseo Caroní, había losas completas sobre bocas de visita. Hemos encontrado prostitución infantil, hemos rescatado niños en condición de calle… Todo esto forma parte de una política. Los quioscos que se removieron ayer, algunos serán reubicados y otros no. Todos fueron notificados el año pasado. De acuerdo a la ordenanza, tenemos 72 horas para notificarles y en cualquier momento puedo aplicar la medida. Se les dio más de dos meses”, expuso Chaurán.
En este sentido, los afectados reconocieron haber sido notificados durante el mes de octubre, pero afirman no tener otro medio de trabajo. Ante esto la autoridad municipal alegó que se les participó sobre la existencia de otros espacios a donde podían trasladarse.
El espacio donde reubicarán los puestos de la calle Nekuima, según la información oficial, es en las adyacencias del Centro Comercial Ciudad Traki, en un estacionamiento de donde fueron removidos tráileres abandonados y se habilitó el terreno para recibir a una cantidad específica de vendedores informales.
“Sobre la calle Nekuima, en las aceras de la Sala de Arte Sidor antes había unas bombonas de gas. Eso lo retiraron y no fue porque alguien dijo que sería un buen comerciante, nosotros dimos la orden para limpiar la acera. Removimos un techo que funcionaba como una especie de peluquería improvisada. Todo eso deteriora la imagen de la ciudad y contraviene el derecho del ciudadano de caminar libremente por las aceras. También vemos vehículos que usan las aceras como estacionamiento. Esto es una política y lleva su tiempo. En la Alcaldía Bolivariana de Caroní, en mi gestión, no hay ni habrá, ni se ha ejecutado, ni se ejecutará un procedimiento que no esté absolutamente blindado administrativa y jurídicamente. Si hay un impacto en boca de visita, drenaje, vialidad, tengo informes de vialidad. Tenemos expedientes de cada caso”, acotó Chaurán.
La autoridad de Regulación Urbana aseveró que se dieron oportunidades a los afectados para que se trasladaran. Asimismo indicó que había quioscos abandonados llenos de basura y fueron los que se destruyeron durante el procedimiento.
“No todos los quioscos estaban abandonados. Los que estaban activos, si van a seguir trabajando, yo los reubico. Serán reubicados en el estacionamiento detrás de Traki, pero es donde yo diga, no donde ellos digan. Ya ese espacio está destinado para eso”, cerró.
Acciones de Regulación Urbana aumentan vulnerabilidad de mujeres
En el caso de Rebeca Díaz, afectada por la reubicación de la calle Nekuima, alega que la parcela de terreno donde estaba su puesto de trabajo es una propiedad privada y para demostrarlo cuenta con una certificación de gravamen expedida por el Registro Público de Caroní, documento con número de trámite 207.2023.4486, en el que se da fe de que la parcela es propiedad de Carlos Emmanuelli Llamoza.
“Yo tengo la autorización de Carlos Emmanuelli Llamoza. ¿Qué me dijo la gente de la Alcaldía? Que eso para ellos no valía nada. Que no les interesa. Toda la documentación que mostré no vale y tengo que desalojar. Como madre voy a luchar por mis hijos. Esta ciudad no es de Tito Oviedo ni de Degnis Mazo ni del gobierno. Esta ciudad es de Rebeca Díaz, de Manuel, de todos nosotros. Yo soy valiente al quedarme en Venezuela a luchar con mis hijos. No me van a sacar de aquí. Este es mi pan. Y con esto mis hijos se van a graduar de una profesión digna”, aseguró.
Sobre este caso en particular, la decisión de apropiarse del espacio es de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), puesto que el terreno es contiguo a la Sala de Arte Sidor.
“El caso de esa señora es asunto de la CVG. Eso lo atiende la corporación, yo lo que tengo que ver es con la acera y el tránsito de la acera. Si a mí un propietario privado me pide una autorización de demolición y tiene su documentación en regla, yo procedo a entregársela. Yo trato de no familiarizarme con los casos porque no es a favor de una persona, es a favor de la ciudad. Para nada ha sido arbitrario. Todos fueron notificados, está la argumentación de por qué tenían que ser demolidos, se les dio la oportunidad para que lo hicieran por cuenta propia, a pesar de eso tuvimos que ir y usar recursos municipales. Los que pueden ser reubicados, serán reubicados”, manifestó Chaurán.
Ahora bien, la grave crisis económica que afecta al país y de la cual Guayana no escapa, convierte a estas acciones de Regulación Urbana, en atropellos al derecho al trabajo para los afectados, aumentando la vulnerabilidad de mujeres quienes, como Rebeca Díaz, aseguran que son único sostén de familia y que el bienestar y educación de sus hijos depende de la entrada que generan con sus actividades como vendedoras del sector informal. Lo que critican todas las personas afectadas, es que los reubican en sitios en los que no tienen las mismas ganancias.
Ese es el caso de otra de las desalojadas de la calle Nekuima, Yolanda. Ella es reconocida en la zona debido a que en su local comían trabajadores de las oficinas ubicadas en las adyacencias. Según el testimonio de Rebeca, a Yolanda que es de la tercera edad, la reubicaron a un sitio por donde no pasa nadie. “Ayer ella vino llorando para acá porque está afectada fuertemente porque la reubicaron para un sitio donde no pasa nadie”, contó.
Sobre la situación de mujeres dedicadas a la economía informal, ONU Mujeres indica que “al trabajar en la economía informal, o sumergida, como se la denomina a veces, las mujeres a menudo carecen de la protección que ofrecen las leyes laborales y de prestaciones sociales como las pensiones, los seguros de salud o los subsidios por enfermedad remunerados. Trabajan a diario por salarios más bajos y en condiciones inseguras, lo que incluye el riesgo de acoso sexual. La falta de protecciones sociales tiene repercusiones a largo plazo para las mujeres. Por ejemplo, en todo el mundo, hay menos mujeres que hombres que reciben pensiones, lo que redunda en un mayor número de mujeres mayores que viven en la pobreza. Incluso en economías desarrolladas, como en Francia, Alemania, Grecia e Italia, la pensión media de las mujeres es un 30 por ciento más baja que la de los hombres”.
En segundo lugar, se encuentra como factor asociado a la informalidad el tamaño de la familia, lo que a su vez se vincula con las persistentes desigualdades de género y los déficits de políticas integrales de cuidado en la región. Por ejemplo, Cuevas, De la Torre y Regla (2016) encuentran evidencia que las mujeres, 17 trabajadores que no reciben cobertura por seguridad social o que no pagan impuestos por seguridad por la condición de empleo. 18 empleados que trabajan en empresas de cinco personas o menos, auto-empleados no profesionales, trabajadores domésticos o trabajadores familiares no remunerados. Cepal Informalidad laboral en América Latina: propuesta metodológica para su identificación… 28 con hijos son quienes tienen mayores probabilidades de participar en la informalidad. Asimismo, a mayor número de miembros en el hogar, mayor probabilidad de trabajar en la economía informal. Lo anterior estaría relacionado, entre otros, con la necesidad de flexibilidad requerida para poder atender las tareas de cuidado del hogar, fenómeno que afecta desproporcionadamente a las mujeres al interior del hogar. En efecto, como lo refleja la Cepal (2017), entre las principales barreras que enfrentan las mujeres para acceder a empleos formales está la alta carga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que siguen desempeñando en ausencia de políticas y sistemas de cuidado adecuados.
Estacionamiento de reubicación: confirman traslados
El equipo de Correo del Caroní se trasladó hacia el punto de reubicación, donde se confirmó que las autoridades municipales retiraron una serie de puestos abandonados para dar lugar a nuevos comerciantes. En el espacio es donde se encuentra Yolanda, reubicada durante el año pasado hacia estos espacios, los mismos a donde serán trasladados los vendedores de la calle Nekuima.
Esta reseña fue hecha como parte de las Mentorías Editoriales del Semillero Violeta de la Red de Periodistas Venezolanas.
