viernes, 29 marzo 2024
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57 mil hijos de trabajadores de empresas básicas esperan por el beneficio de entrega de juguetes

Trabajadores de Venalum y Sidor acudieron con sus hijos hasta la CVG para exigir el cumplimiento del beneficio contractual de los juguetes.

Trabajadores de las empresas básicas aún no tienen respuesta sobre la compra y entrega de juguetes para sus hijos, beneficio contemplado en las convenciones colectivas. La mañana de este jueves, empleados de Venalum y Sidor acudieron con sus hijos hasta la sede de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), para exigir el cumplimiento del mismo.

«Todos los años se viene cumpliendo y no puede ser que este año no se pretenda cumplir. Da la casualidad que fue a partir de que Pedro Maldonado (presidente de la CVG) secuestró las finanzas de todas las empresas del holding de la CVG y día tras día hemos tenido que protestar por beneficios sociales y laborales, no tenemos transporte, uniformes, servicios funerarios, HCM, y para colmo, en diciembre nuestros hijos corren el riesgo de no recibir sus regalos», reclamó Ángel Brito, secretario de finanzas del Sindicato Único de Trabajadores Profesionales Universitarios de Venalum (Sutrapuval).

Solo en Venalum son 6.200 niños que esperan por el beneficio de entrega de juguetes, mientras que en todo el holding de la CVG la cifra asciende a 57.000 niños.

«Estamos sacrificando nuestra comida, nuestra indumentaria de seguridad, nuestro salario, pero no es posible que sacrifiquemos unas navidades felices, como ellos dicen, para nuestros hijos», agregó.

En días pasados, señalaron que en el patio de Venalum contaban con 6.000 toneladas de aluminio y que con solo 1.000 de ellas podían honrar el beneficio de los juguetes, considerando un precio de 2.000 dólares por tonelada de aluminio. Sidoristas plantearon también que con la producción actual de planta de pellas podían cubrir los gastos por compra de juguetes.

Brito recordó que desde marzo se instala la comisión de juguetes y regalos, de los cuales en Venalum y Sidor se hizo la escogencia de los mismos.

«Siempre se ha honrado con tiempo, pero en esta oportunidad hay un peloteo entre la presidencia de las empresas y la CVG (…) ahora dependemos de la autorización de Pedro Maldonado para que haga la compra de los juguetes», cuestionó.

Desde septiembre, trabajadores de las diferentes empresas básicas de Guayana iniciaron protestas para exigir el respeto a sus tablas salariales y contratos colectivos, en vista que se les estaría aplicando el mismo tabulador correspondiente a los empleados de la administración público.

Con el anterior aumento del salario mínimo a Bs.S 1.800, el mayor sueldo a devengar por un trabajador no llegaba a Bs.S 3.000, incumpliéndose los niveles establecidos por antigüedad y profesionalización. Además, con ello se vieron desmejorados en el resto de los beneficios, como HCM, bonificación escolar, vacaciones, prestaciones y utilidades de las que desconocen la base de cálculo.