Tu sinceridad puede hacer daño a quienes te rodean, especialmente a tus hijos, porque no sabrán relativizar esas opiniones que en ocasiones viertes de manera excesivamente tajante. Madura tus intervenciones familiares antes de que sea tarde.
Tu sinceridad puede hacer daño a quienes te rodean, especialmente a tus hijos, porque no sabrán relativizar esas opiniones que en ocasiones viertes de manera excesivamente tajante. Madura tus intervenciones familiares antes de que sea tarde.