Los cambios de planes pueden hacer que pierdas los nervios, pero las cosas no siempre salen como tú quieres, y tendrás que habituarte a escudriñar las razones de los demás. Sobre todo, no lo pagues con tu pareja.

Los cambios de planes pueden hacer que pierdas los nervios, pero las cosas no siempre salen como tú quieres, y tendrás que habituarte a escudriñar las razones de los demás. Sobre todo, no lo pagues con tu pareja.