Tu pareja no se muestra receptiva y se sientes desconcertado. No ates demasiado corto, que las cuerdas terminan rompiéndose. Afloja la tensión, la vigilancia de los demás, para no crear sensaciones agobiantes en los otros.
Tu pareja no se muestra receptiva y se sientes desconcertado. No ates demasiado corto, que las cuerdas terminan rompiéndose. Afloja la tensión, la vigilancia de los demás, para no crear sensaciones agobiantes en los otros.