Con su grito de guerra: “¡Larga vida a lo inmaterial!”, se convirtió en fundador del Nouveau Réalisme. Yves Klein recreó con su gran legado plástico una antigua y novedosa esencialidad del universo, la siempre recurrente espiritualidad y escenificó la inmaterialidad del espacio. El mejor retrato de este artista son sus “Zonas de Sensibilidad Pictórica e Inmaterial”.