Hay quienes miden la salud de un Estado por cuán frecuentes son las bodas. Dicho de otro modo, por cuánto se apuesta a la felicidad. Estos han sido días aciagos para las bodas. En otros escenarios, es una situación causada por razones distintas a las que nos ha tocado en este país, pero hay algo de lo que se debe estar claro: las bodas tienen un código, hablan, dicen cosas, por eso medirlas es de importancia.