Pedro Urruchurtu, coordinador internacional de la organización política Vente Venezuela, denunció que llevan más de 36 horas sin electricidad dentro de la sede diplomática, luego de que se alertara sobre el robo de los fusibles que permitían el suministro eléctrico en la legación.
El gobierno de Milei condenó los actos de “hostigamiento” e “intimidación” contra los venezolanos refugiados en su embajada en Caracas.
Desde agosto, Brasil se ocupa de la vigilancia de las sedes diplomáticas de Perú y Argentina en Venezuela, así como de la representación de sus intereses y ciudadanos en el país, tras la expulsión de los miembros de ambas legaciones.
Elisa Trotta, miembro del Foro Argentino por la Defensa de la Democracia, expresó que el gobierno de Maduro violaba al menos cinco convenios sobre relaciones diplomáticas al cortar servicios eléctricos y rodear la residencia con encapuchados armados.
Según fuentes de la Cancillería están sin luz ni agua, presuntamente por obra del gobierno chavista.