Pacientes renales y sus familiares solicitan la donación de una planta eléctrica para la Unidad de Nefrología en Puerto Ordaz, y poder sortear contingencias como la del 30 de agosto.
Los pacientes expresan preocupación porque el tratamiento pasó de demorar cuatro horas a solo dos y algunos denuncian que contrajeron hepatitis tras el procedimiento.
A pesar de que es competencia del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) el mantenimiento y reemplazo de los dializadores, desde hace años esta institución incumple con estas labores, lo que pone en riesgo la salud de los pacientes renales.
Pacientes de la Unidad de Nefrología (Uninef) piden al Estado dotación de tensiómetros, pues se averió el único que tenían. El equipo es indispensable para el monitoreo de la presión arterial de personas hipertensas.
Desde hace más de dos semanas la estación de servicio conocida como Biblo’s, en Unare, despacha irregularmente combustible al sector priorizado asignado a esta bomba. Es el mismo tiempo en que los pacientes de diálisis llevan sin poder abastecerse de los 20 litros de gasolina que les despachaban semanalmente. | Foto William Urdaneta
Ante la tardía respuesta por parte de los organismos del Estado, este martes los pacientes renales apenas se pudieron dializar durante dos horas y media. | Foto William Urdaneta
Caroní solo cuenta con una unidad de diálisis extrahospitalaria, en esta se atienden personas de Core 8 y vía a El Pao. El insuficiente aporte del IVSS complica la condición de más de 180 pacientes que dependen solo de 30 riñones artificiales.
Los pacientes protestaron a las afueras del centro médico y trancaron la avenida Atlántico para pedir auxilio y financiamiento del Estado a fin de mantener abierta la unidad de la que dependen sus vidas.
La bomba de agua donada para reponer la que hurtaron el pasado 10 de abril en la unidad de diálisis del centro de Puerto Ordaz también la hurtaron el pasado sábado.
“Pedimos que nos ayuden con patrullaje en las noches. Nos han robado varios equipos en la institución y de allí depende la vida de muchos pacientes”, manifestó Leidy Rojas, familiar de un paciente de diálisis, tras el hurto ocurrido en la noche del viernes 10 de abril.