Recordó que hace 25 años que el Poder Ejecutivo controla al resto de instituciones y que la “deriva autoritaria”, apoyada por los recursos que genera la industria petrolera, ha facilitado un giro radical de la estrategia geopolítica que ya llevado al actual gobierno a tejer alianzas con actores antidemocráticos.
Sería un esquizoide contrasentido señalar que la regularidad constitucional fracturada por la fuerza usurpadora y que explica la provisionalidad constitucional, sigue operando con relación al legítimo poder que tiene la responsabilidad de realizar la transición.
“¿Estados Unidos está negociando con Maduro? NO. Maduro quiere una negociación secreta con el gobierno de Estados Unidos, pero apoyamos a Juan Guaidó como presidente interino”, escribió el subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.