Sus declaraciones se producen durante el avance de la caravana migrante que partió en Nochebuena desde Tapachula, en la frontera sur de México, con casi 10 mil personas.
La banda era un “clan familiar” que ofrecía el paso de migrantes a Centroamérica por vía marítima usando como plataforma las ciudades de Buenaventura, Necoclí y la isla de San Andrés.
Según Hernández Lárez, los indígenas atacaron la base de la FAN en presunto estado de perturbación mental, producto del alcohol y sustancias estupefacientes, para rescatar esas toneladas de comida y otros equipos que están en resguardo.
La Fiscalía General explicó que las personas extranjeras quedaron a disposición del Instituto Nacional de Migración para ser repatriadas a sus países de origen.