
Al parecer, estas personas salieron del recinto carcelario a bordo de un bus asignado al Ministerio de Asuntos Penitenciarios en horas de la noche.
Según familiares, Lindomar ya había atentado contra su vida, y aunque lo advirtieron, no recibió atención médica ni protección. Esta omisión agrava la responsabilidad del Estado por una muerte evitable.
Unos se dicen preocupados por la dignidad de los venezolanos migrantes y acusan airados a la Casa Blanca, mientras callan ante las tumbas y desaparecidos de la empresa criminal cuyos dineros de sangre redireccionan, con experticia reconocida, sobre plataformas bancarias alternativas y en cuentas offshore.
Las jornadas de oración por la libertad de los presos políticos convocadas por la organización se llevarán a cabo del 8 al 14 de abril en varios centros de reclusión del país.
La incubación en Venezuela del crimen organizado transnacional, a partir del arreglo entre Chávez Frías con el narcoterrorismo colombiano y el fundamentalismo islámico, ya frisa 27 años. El Tren de Aragua y el Cartel de los Soles son mascarones de proa. Exorcizarnos de esa maldad radical nos la merecemos los venezolanos de bien.
El caso es que, antes que velar nosotros por lo nuestro para purgarnos de maldades y mirar al porvenir como la obra de la paciencia y la constancia, las élites variopintas de la república de Tocorón repiten como loros que las culpas son del imperio y sus sanciones. No les hagamos coro.
Con el traslado a la cárcel de Tocorón, la situación de José Delfín Ochoa se complicó. Los gastos se incrementaron sustancialmente y él sigue sin poder trabajar. “Ya no encuentro qué más vender en la casa”.
La organización exigió la liberación inmediata de todos los presos políticos. “Sus familias, personas humildes, ya han sufrido suficiente el horror de esta injusta prisión”.
Los familiares hacen un llamado a las autoridades y piden la liberación de sus allegados y de todos los detenidos después de los resultados electorales.
“Esto es demasiada tortura. ¿Si solo quedaban 78, por qué no los liberan? y lo peor es que ahora los mandan más lejos. Dios, hasta cuándo!”.