El comunicado en cuestión podría tener calada en la opinión pública toda vez que la tasa de cambio en el mercado paralelo ha venido escalando en las semanas más recientes hasta distanciarse 20% del tipo oficial, que es el resultante de las operaciones de mesa de cambio de las entidades bancarias.
Para el economista Hermes Pérez la situación de los venezolanos es compleja, pues deben evaluar si pagar en dólares o en bolívares para evitar perder hasta 20% en operaciones.
Con toda la información encontrada es claro que el contenido del mensaje, empaquetado en una imagen, es falso. Quien lo preparó para su difusión estaba consciente de que podría calar entre los receptores por la fuerte devaluación del bolívar frente al dólar la semana del 5 de diciembre.
El economista Luis Oliveros señala que a pesar de que el Banco Central de Venezuela ha incrementado sus intervenciones en el mercado cambiario, especialmente durante el período electoral, el ritmo de estas operaciones no ha sido suficiente para cerrar la brecha con el dólar paralelo.
Venezuela salió en diciembre de 2021 de una hiperinflación en la que entró en 2017 y que por cuatro años redujo el valor del bolívar, la moneda oficial.
Una caída en el consumo de los venezolanos también ha sido un factor para que los precios de los bienes y servicios se mantengan estables.
El tipo de cambio oficial se mantiene prácticamente inamovible con descensos interdiarios mínimos a pesar del incremento de la liquidez en bolívares.
La decisión del porcentaje a pagar por los privados era un aspecto crucial en la discusión de la normativa, pues este impuesto se sumará a la gran presión tributaria que recae en el sector privado. La medida se convierte en un peso más que el sector debe cargar ante la alta informalidad laboral y comercial en el país.
Los rubros más afectados por la inflación fueron alimentos (5%), salud (5,3%) y educación (5,2%).
El salario mínimo se mantiene en 130 bolívares al mes, hoy 3,5 dólares, 88% menos respecto a los 30 dólares a los que equivalía cuando lo aumentaron por última vez, en marzo de 2022, como consecuencia de la devaluación de la moneda local frente a la divisa estadounidense, usada como referencia para fijar precios en Venezuela.