
Desde el 10 de octubre, las autoridades de Panamá reportan un pico de ingreso de migrantes, en su mayoría venezolanos, que tratan de cruzar la selva.
El Tapón de Darién, bloque selvático que ocupa la frontera entre Colombia y Panamá, la porción enclavada en esta última es, quizás, uno de los lugares más peligrosos del mundo. Intentar cruzarlo ha sido catalogado como verdadero infierno.