A pesar de todo, quedó al final un sabor de ejercicio democrático y de unidad en construcción, que es mucho más de lo que se tenía cuando se anunció este debate.
El 10 de enero de 2019 se está convirtiendo en una fecha simbólica, y hay la sospecha que se puede quedar en el puro simbolismo, si no se acuerpa una fuerza que desde la denuncia de la ilegitimidad de Maduro, se comprometa a fondo a superar la hegemonía.