En Eton ¿no le enseñaron que los trapos sucios se lavan en casa o peor aún, que “el que le pega a su familia se arruina”? Se dice víctima de los paparazzi y ahora es él el paparazzi contra su propia familia, todo por el vil metal.
La compañía editorial Penguin Random House lo describe como un relato de “honestidad cruda e inquebrantable” pues abunda la “percepción, revelación, autoexamen y sabiduría ganada con esfuerzo sobre el poder eterno del amor sobre el dolor”.