Tenía 6 años cuando salió de Carúpano, el pueblo del estado Sucre donde nació, para encontrarse con Caracas, una ciudad que lo dejó maravillado. Descubrió que había heredado la cualidad de recordar: gracias a su asombrosa memoria, se ganó el respeto de sus compañeros de clases.
El padre Arturo Pereza sostiene que se trata de un camino largo, complicado, pero que es el único que tenemos. Aclaró que no se trata de un camino sobre la base de las armas, ya que a su juicio éstas han mostrado su voluntad de mantener la situación de caos y de apoyar los manotazos políticos; sino de corte ciudadano.