El dirigente sindical de Sintraferrominera, Rubén González, durante su tiempo recluido sufrió problemas renales y cardiacos. Organizaciones defensoras de derechos humanos exigieron su liberación, pero no fue hasta que se aproximaran las elecciones que el gobierno ordenara su libertad por segunda vez en 9 años.
Pese a no haberse presentado pruebas que demuestren su culpabilidad, González lleva más de 20 meses detenido injustamente. Trabajadores, familiares y organismos internacionales exigen su libertad.
Familiares de González han denunciado su grave estado de salud. El dirigente padece de problemas renales y crisis hipertensivas al estar recluido sin medidas preventivas para evitar contagio de la COVID-19, su vida corre peligro.
Su hija considera que otorgarle alguna medida cautelar seguiría siendo una medida injusta, que continuaría con las violaciones y atropellos a sus derechos. “Él merece venirse a casa con una libertad plena”, sentenció.
La defensa alega que la sentencia se produjo con solo dos testigos, uno de ellos no estaba presente en los hechos y el otro ofreció un relato incongruente, razón por la cual aguardan la liberación del ferrominero.
El dirigente sindical fue detenido el 29 de noviembre de 2018 y posteriormente condenado el 13 de agosto de 2019 a cinco años y nueve meses de cárcel por el Tribunal Militar Décimo Quinto de Control de Maturín, por los delitos de ultraje al centinela y ultraje a la Fuerza Armada Nacional.
Jacqueline Richter, especialista en Derecho del Trabajo, considera que tener preso al dirigente de Ferrominera sirve para generar miedo y desarticular a la dirigencia sindical.
Se cumplen 10 años de la juramentación de los “presidentes-trabajadores” en las empresas básicas de Guayana. Damián Prat hace un balance de lo que llama el falso control obrero y del Plan Guayana Socialista 2009-2019.
El dirigente sindical de Ferrominera Orinoco fue condenado -el 13 de agosto de 2019- a 5 años y 9 meses de cárcel por un tribunal militar, por los cargos de ultraje al centinela y ultraje a las fuerzas armadas. Su vida peligra, mientras organizaciones nacionales e internacionales reclaman su libertad.
Trasladan al dirigente sindical de Ferrominera a una clínica luego de varios días padeciendo una crisis hipertensiva en la cárcel La Pica, en Monagas, donde fue recluido en violación del debido proceso.