
La organización ha revelado que en 2024, la superficie destinada a la siembra de vegetales en el país sufrió una alarmante reducción del 43%. Según sus estimaciones, las hectáreas sembradas pasaron de 2 millones en años anteriores a tan solo 1 millón 140 mil en todos los rubros agropecuarios.
Juan Medina, habitante de la comunidad del Delta Medio, informó que si el río sigue subiendo con el ritmo que lleva actualmente, podrían perder sus plantaciones en un mes aproximadamente y quedarse sin alimentos.
“El agua está subiendo rápidamente. Me vine a Tucupita porque mi casa se estaba anegando y perdí la siembra”, afirmó Julián Pérez.
“Estamos en una fase neutra y en los próximos meses, a partir de agosto, hay previsión del fenómeno de La Niña, pero dentro podemos tener períodos de sequía”.
Manuel Anzola, de Asoproyara, detalló que unas 800 hectáreas de maíz en Yaracuy se están viendo afectadas por la presencia de este agente biológico.
Bolotín precisa que el poco combustible que está llegando se está utilizando para la cosecha mecanizada del maíz, no hay gasoil suficiente para las labores de rastreo ni siembras.
La confederación plantea, entre tanto, la conveniencia de instaurar la agricultura de contrato, basada en acuerdos sobre precios y condiciones de comercialización entre agricultores e industriales.
El hongo, Fusarium Raza 4, vive en el suelo y afecta a las plantaciones de cambur y plátano, porque marchita y mata a las plantas. Además tiene poder de resistencia y podría sobrevivir al menos unos 30 años.
En Agua Negra se cosechan cada año toneladas de patilla, auyamas y yuca, con las que se abastece al mercado local y varios camiones cargados se envían hasta Ciudad Guayana y Maturín.