Por segundo año consecutivo la Diócesis de Ciudad Guayana invita a que los hogares se conviertan en templos durante Semana Santa. | Foto cortesía
Al estar obligados a reflexionar solos, nos pasa lo del dicho venezolano del que silba para espantar el miedo. La cuarentena nos ha impuesto a encontrarnos con nosotros mismos, la familia y con la solidaridad.
No ha sido fácil. No lo digo por la situación del país que no lo es. Me refiero a la muerte, a la desaparición física de varios entrañables excompañeros, otros militantes activos y la mayoría, al margen de la política, entrañables amigos de toda la vida.