Desde finales de 2016, Cáritas monitorea la desnutrición infantil en las parroquias de la Iglesia Católica venezolana. Voluntarios pesan y miden a los niños menores de cinco años que acuden a Saman, un sistema de alerta, monitoreo y atención para niños desnutridos diseñado por la nutricionista Susana Raffalli.