
Lo comprobamos con el pretendido “enroque” ministerial de la semana pasada, en Venezuela. Las mismas caras, con diferentes botines.
Maduro y sus castrocubanos, pretenden cargarle a la Tesorería Pública de Venezuela la bicoca de US $ 45,00 por las tres dosis de la pretensa vacuna elaborada en la Isla. Saquen sus calculadoras para constatar la magnitud del desfalco.
Tendría que vivir miles de años para reponer su maltratada honrilla, pero nunca viene mal que comience cuanto antes. | Foto cortesía
Qué mosca picó a cuatro o cinco sujetos (y “sujetas”) muy representativos del desgobierno felón, que les dio por comulgar y posar cual fervorosos feligreses, en vivo, directo, ante los millones de televidentes que presenciaron la mencionada beatificación.
Durante el cateo, inconstitucional, ilegal, procaz, impiden el acceso de abogados o personas de confianza del allanado. Al demonio, con la ley, los códigos y con esa butifarra jurídica que lleva el remoquete de Constitución Bolivariana, que ni siquiera fue escrita por venezolanos, sino por un par de mercenarios españoles.
¿Para qué desmantelan lo que queda de las celdas de las Líneas III y IV de la empresa? ¿Solo es para hacer negocios con chatarra? ¿Lo van a justificar con no sé cuál “plan revolucionario” de laminar el aluminio de otros en lugar de producir aluminio y luego laminarlo?
¿Para qué desmantelan lo que queda de las celdas de las líneas III y IV de la empresa? ¿Solo es para hacer negocios con chatarra? ¿Lo van a justificar con no sé cuál “plan revolucionario” de laminar el aluminio de otros en lugar de producir aluminio y luego laminarlo?
Nos viene a la memoria, Daniel Ortega. Meses atrás se ocultó maliciosamente por una temporada para crear “suspense” sobre una supuesta enfermedad terminal. Fidel Castro y Robert Mugabe hacían lo mismo, para espiar a sus posibles herederos políticos y de sus grandes fortunas. La misma burla, con diferente burlista.
Lo que no deja de asombrar, ha sido la reacción -más bien pataleta- de la narcotiranía de Maduro, para tratar no de sustraer a Saab de la Justicia, sino substraerse, su supuesto protector de una delación de la que no lo salva nadie.
Como las malas nuevas no suelen venir solas, ayer mismo, “Reuters”, agencia francesa de noticias, publicó un amplísimo reportaje, que narra las andanzas de Yazenky Antonio Lamas Rondón (a) “El Padrino”, venezolano, piloto de aviación, guardaespaldas por diez años de la señora de Nicolás Maduro o la “Primera Combatienta”.