
“La cadena perpetua, al ser una sentencia de muerte en vida, atenta contra la dignidad humana, lo que refleja la impotencia del régimen frente al delito, recurriendo a la irracionalidad como solución”, afirmó Prado.
Una Ventana a la Libertad resaltó que González es el segundo preso que muere en el reclusorio y el quinto privado de libertad que fallece durante mayo en Maracaibo.