Las faenas se alargan por horas interminables, incluyendo amaneceres que se nutren de tertulias, comentarios, críticas sobre el país y su destino; pero a la vez nadie pierde sentido de las colas, los litros que dejan las gandolas en las estaciones de servicio, el comportamiento de los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que resguardan o se prestan para privilegiar a este o aquel.