Me ha honrado la academia emeritense de Venezuela… al incorporarme como uno de sus miembros. Lo han decidido así sus Individuos de Número. Y al encontrarme con lo que ha sido una sorpresa que, por ende, me compromete aún más, les hice el juramento propio de su gentilicio y al aceptarles mi nominación como Miembro de Honor: “Lo que es mío es tuyo y lo que es tuyo es mío”.