En 2014 lanza el grupo Wagner, una empresa militar privada, que es en realidad una organización paramilitar, respaldada por las fuerzas armadas rusas. Muchos de sus combatientes son convictos que terminan como carne de cañón, debido a que no reciben ninguna preparación.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa alertó, a través de su cuenta en Twitter, que el cierre de la emisora “significa la pérdida de un espacio para el debate libre y de una fuente de trabajo”.