
Desde que se detectaron los primeros casos de COVID-19 el pasado 13 de marzo, el Ministerio de Salud, en conjunto con el Ejecutivo, dispuso que Venezuela tendría dos métodos de despistaje para la COVID-19: los test rápidos y las pruebas PCR, pero desde esa fecha se ha evitado informar de forma discriminada sobre la cantidad de exámenes de detección que se realizan en el país.